Imagen de la silla destrozada en los días previos a la Navidad. A.M.

«Parece que aquí es difícil hasta respetar una escultura en un bosque»

Organizadores del festival Azken Muga que se celebra en el collado de Zarate denuncian el destrozo de la silla que la representa, escultura realizada por Guillermo Olmo

E. Arandia

tolosa.

Sábado, 23 de enero 2021, 00:45

Organizadores del festival de arte y cultura Azken Muga, que desde hace cinco años se celebra en los meses de verano en el alto de Zarate, en la muga entre Bedaio y Azkarate, collado que se encuentra en la frontera de Gipuzkoa y Navarra, han denunciado públicamente el altercado sufrido recientemente, días antes de Navidad, en relación a la escultura que representa su iniciativa.

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La silla de madera gigante, de más de ocho metros de altura, conocida como 'Aundiya' y realizada por el artista Guillermo Olmo, que permanecía en el collado desde el verano del 2016, fue volcada días antes de Navidad y sufrió daños «irreparables». Se trata de una pieza que sirvió como carta de presentación de la iniciativa, y que ha sido escenario de diversas actuaciones en los festivales realizados, y anteriormente recorrió las plazas de los pueblos que rodean Zarate de Navarra y Gipuzkoa, convirtiéndose con el paso del tiempo en el icono e imagen reconocible del festival multidisciplinar que ha logrado consolidarse en la época estival de la comarca.

Según denuncian los organizadores del festival, asociación Azken Muga K.E., no es la primera vez que las obras de arte de las exposiciones del festival «sufren ataques». Recuerdan que en 2017 la obra 'Medusa' de Dora Salazar fue sustraida y en 2019 la obra 'Beste mundo bat posiblea da' de Art-Ola Kolektiboa fue practicamente destruida, caundo ambas obras se encontraban en el bosque debido a su gran tamaño.

Nueva silla en verano

Azken Muga es el único festival multidisciplinar que se celebra acualmente en la naturaleza en Euskal Herria, que acoge todo tipo de artes, escénicas o plásticas, volcado en potenciar a los artistas y grupos del país, algo que tal y como recuerdan sus miembros «en Europa es muy común desde hace décadas».

La filosofía de este festival busca sacar el arte de los museos, de los sitios urbanos y devolverlo a la zona rural y a la montaña, a la vez que ofrecerlo al público abierto. Asimismo, el proyecto tiene como objetivo unir a las gentes de los dos lados de Aralar durante el verano, y recuperar la tradición cultural y social de la campa en el pasado. La filosofía del encuentro buscaba sacar el arte de los museos, de los sitios urbanos y devolverlo a la zona rural, al monte, ofrecerlo al público en general. «Aquí, sin embargo, parece que es dífícil hasta respetar una escultura en un bosque», añaden.

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Los organizadores adelantan que remplazarán la escultura para la próxima edición del festival: «Resulta doloroso informar sobre el destrozo de un bien cultural. Estos hechos no van a poder con Azken Muga y la voluntad de las personas que desinteresadamente hacen posible que cada año la música y el arte se adueñen de Zarate durante el verano, una nueva silla visitará nuevamente los pueblos de Aralar y estará presente en el próximo Azken Muga», concluyen.

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