Tolosa

La música de Eduardo Mocoroa sonará en las misas de Año Nuevo y Reyes

La música de Mocoroa es fundamental en la navidad tolosarra y este año cobrará todavía más relevancia con la interpretación de su 'Misa Pastoral', tanto en la celebración religiosa de mañana, Año Nuevo, como en la del próximo lunes, 6 de enero, ambas a las 12.00, en la parroquia, con interpretación de la Capilla de Música de Santa María.

Terminada de componer en 1908, es una misa que entremezcla la alegría y la melancolía, la intimidad y un cierto aire festivo, Un ejemplo de música colorista que incluye una nutrida sección de instrumentos de viento y madera. Según los expertos, destacan «la armonía modal y la tonalidad, el compás 6/8 con su cercanía a la música profana y de danza y compases más comunes en la música litúrgica como 4/4».

El 'Errege Jaia' es la pieza indispensable de Mocoroa compuesta para el 6 de enero. La letra es de Emeterio Arrese. Es una obra de creación bastante tardía (en torno a 1940) con cierto orientalismo y virtuosismo en la parte del órgano. Lleva un texto que muchos niños y niñas de Tolosa han cantado, y que en el estribillo recoge el saludo solemne a los Magos que quieren adorar al Mesías. «Marcha alegre y solemne, tiene una parte dedicada a la interpretación del órgano y orquesta, que todo tolosarra debería de escucharla al menos una vez en su vida», opina Joxemari Villanueva, representante de la Capilla de Música de Santa María.

A finales del siglo XIX, Eduardo Mocoroa compuso un total de al menos seis villancicos en castellano y otros tantos en euskara. Uno de ellos se interpretará en la misa de mañana. Se trata de 'Niño Divino', pieza de carácter alegre y jovial, con ritmos procedentes de la danza. Es una obra de juventud (1895) de Mocoroa, con influencias de su maestro Felipe Gorriti. Consta de un estribillo a coro y solistas y una copla para tiple solista que da título a la obra.

'Jendia dabil pozik' es un zor-tziko de Mocoroa referente en el Año Nuevo. Fue compuesto en 1897 y hasta hace pocos años permanecía guardado en el archivo musical de la parroquia de Santa María sin ser interpretado. El texto recoge en la parte del coro la alegría del nacimiento y la intención de acudir a Belén, mientras que el tenor y soprano solistas «expresan que el misterio de la Navidad se encuentra en que el Absoluto y Trascendente – Dios- se manifiesta en la humildad y en la ternura de un niño desnudo, nacido en la pobreza de un pesebre», explica Villanueva.