
Secciones
Servicios
Destacamos
La locura carnavalera se ha apoderado este domingo de Tolosa. El epicentro de la villa (paseo San Francisco, plaza del Triángulo, plaza López Mendizabal), se ha convertido en un verdadero teatro al aire libre, donde los grupos han montado sus espectáculos, nada rebuscados ni ostentosos, pero siempre imaginativos. Las txarangas han traído su música a todos los rincones de la localidad, que está viviendo un día de Zaldunita radiante y de ambiente sano.
En la plaza del Triángulo se ha montado un 'first date' para atraer de nuevo a los vecinos del barrio de Bedaio a Tolosa, evitando que se vayan a Amezketa, y en la plaza Lopez Mendizabal se concentraban las 'monjas clarisas 'pidiendo volver otra vez al convento clausurado. Junto al Archivo Provincial, unas jóvenes buscaban soluciones para el parque Zabalarreta y otras bailaban una bordondantza de estilo moderno, mientras al lado, un 'epidemiólogo' repasaba los diferentes virus y alertaba de la llegada de una nueva pandemia. Así es el carnaval de Tolosa. Sin desfiles ni orden, una amalgama de disfraces, comparsas y parodias, todas juntas pero no revueltas, en un caos que confiere autenticidad a esta fiesta.
Las carrozas situadas en el paseo San Francisco han mostrado diferentes parodias y coreografías: los bares de Tolosa (cada uno de los jóvenes con atuendos acordes al nombre de cada taberna), El Juego del Calamar (con alusión a la carestía de la vivienda), el cine Leidor y sus películas, la empresa papelera Galgo, vikingos, Tarot, un hipódromo, un safari, un salón del Oeste…
Confluyen comparsas familiares, disfraces individuales, grupos numerosos, otros más reducidos… Una comparsa de Village People en la toma de posesión de Trump, una competición de hípica vegana (con caballos de juguete), un juego de basket 3x3, excavaciones arqueológicas, 'bailarinas' en la barandilla de la Concha, fiesta kitch cuando una chica cumple 16 años en América, policía secreta de Trump pidiendo papeles a todo el mundo, un precioso tio vivo que hacía las delicias de los niños que en él se montaban, una telesilla al monte Uzturre... La Diana, que ha arrancado esta jornada dominical, ha vuelto a batir récord de participación (la Banda de Música no podía avanzar literalmente desde la plaza Gorriti), y muchos tolosarras han acudido a la cita con pijama y bata, como manda la tradición.
Noticias relacionadas
La clave del arraigo de los Inauteriak tolosarras en realidad, es bastante sencilla: es un carnaval enraizado en la gente, en la calle, lleno de tradiciones y costumbres que unen a todo un pueblo al margen de la ideología de sus habitantes. Los tolosarras sienten que es una fiesta suya, que se organiza de abajo a arriba, fluye espontánea, sin excesivos actos programados y se organiza ininterrumpidamente desde tiempo inmemorial.
Publicidad
Claudia Turiel e Iñigo Puerta | San Sebastián
Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Álvaro Soto | Madrid
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.