Tolosa resucita a Isabel II mientras esperan a Messi y compañía

La fiesta en Tolosa es así, caótica y anárquica. En un espacio reducido confluyen las carrozas, las comparsas, las txarangas, los disfraces individuales, los grupos familiares, los vendedores ambulantes, el público que viene a ver la fiesta... Todo, sin mucho orden establecido o, más bien, desorganizadamente organizado.

Un año más, todo el centro de la villa se convierte en un auténtico teatro al aire libre. A lo largo del paseo San Francisco, engalanado con banderas británicas, la comparsa del Arpegi ha desfilado emulando el funeral de la reina Isabel. En la céntrica plaza del Triángulo se ha organizado un festival de Eurovisión con música en directo, donde el público ha podido votar por su cantante favorito. En muchos jardines se han improvisado excavaciones para hallar la mano de Irulegi. Un grupo ha ofrecido la posibilidad de conocer Tolosa a través de un 'freetour' muy peculiar.

Ha habido parodias de lo más variopintas: desfile de moda de la popular tienda tolosarra de telas El Kilo, un barco pirata emulando el movimiento del mar, manifestaciones de 'jubilados' pidiendo menos música reggae en el café Frontón, autos de choque vivientes, desfile de cofradías de lo más curiosas, y hasta un 'arrapato patoa', donde los niños han podido coger al adulto disfrazado de pato usando la caña de la tradicional barraca.

Carrozas más grandes de romanos, egipcios, circos, moñigotes, diskofesta, beefeaters, Asterix y Obelix, Las Vegas... han confluido casi en el mismo ámbito con comparsas más pequeñas: arrantzales pescando entre la gente, vendedores inmobiliarios ofreciendo tiendas de campaña, el cantaor gitano 'El Tolosano' con su espectáculo de cante jondo, el guardia urbano de los años sesenta dirigiendo el tráfico, la Joana de Arku, la sala de visitas de una prisión norteamericana...

Muchas comparsas familiares han comido en la calle, aprovechando el buen tiempo, y las txarangas también han llevado a muchos rincones de la villa la música tradicional carnavalera. Especialmente significativa la kalejira de la tarde desde la plaza de toros y, por supuesto, la Diana que protagoniza la Banda de Música, cada vez más multitudinaria.

El problema generado por el excesivo ruido de las carrozas es uno de los que más preocupa en la evolución reciente de los Iñauteriak tolosarras. Este año, como novedad, se han instalado doce puntos de conexión a la corriente para las carrozas del paseo San Francisco. El cambio tiene como objetivo la eliminación del uso de generadores, debido al peligro que supone su manipulación, y al ruido ambiental que generan. Las carrozas conectadas a la corriente no han podido hacer uso del generador, con el fin de equiparar las potencias y facilitar así que se mantenga un volumen razonable. Para la 1.30 de la madrugada tenían que quitar la música. En caso de que la medida sea eficaz, se valorará su ampliación al resto del recorrido para años posteriores.

En cuanto a las pequeñas plataformas juveniles, todas han estado emplazadas fuera del circuito central, a lo largo de la avenida de Fueros y la avenida de Navarra. Estas deben apagar la música a las 23.00 horas.

Y el carnaval no para. Mañana saldrán los grupos infantiles y nuevas comparsas. En Tolosa reinan la locura y el buen humor.