Tolosa y Ordizia, unidos por su feria

A comienzos del mes de mayo del año pasado, los entonces alcaldes de Tolosa, Ibai Iriarte, y de Ordizia, Igor Eguren, firmaron un acuerdo de colaboración centrado en mejorar las ferias de ambas localidades y en ampliar su impacto económico. Un acuerdo que establecía tres líneas de trabajo. De salida, ambos municipios entendían que era necesario llevar a cabo un análisis sobre el peso económico de los dos mercados. El objetivo de dicho estudio no es otro que medir el impacto económico que tiene un día de mercado, tanto en Ordizia como en Tolosa. Este trabajo servirá para concretar la influencia directa e indirecta de las ferias. De este estudio se hacía cargo el departamento de Economía Aplicada de la UPV.

En segundo lugar, la decisión se centraba en tomar medidas para normalizar las dos ferias: instaurar una normativa común, listado de pequeños productores, control de los puestos y la calidad de los productos que se ponen a la venta, etc. Y por último, impulsar que las instituciones que realizan compras lo hagan en ambos mercados.

El pasado miércoles, una delegación de ambas localidades se daba cita en la plaza ordiziarra. Dos municipios con un nacimiento a la historia común, con muchas similitudes, unidas por diferentes lazos, y defensoras de dos mercados tradicionales que responden al mismo patrón y guardan como seña de identidad.

Delegación que corroboraba que el acuerdo de colaboración sigue avanzando en sus propuestas. Un convenio de cooperación, insistían que tiene como objetivo la promoción, mejora continua, y puesta en valor del bien inmaterial que constituyen los mercados de Ordizia y Tolosa. La finalidad es activar nuevos movimientos y sectores de la sociedad y concienciar sobre los beneficios que conlleva el consumo de productos locales cultivados por nuestros baserritarras, beneficios que redundan en la propia sociedad, en el medio ambiente, en el territorio, en la economía, etcétera.

Asimismo, añadían, «mediante estos mercados locales, es importante visibilizar la importancia que tiene el hecho de que los baserritarras puedan vender su producción directamente a los consumidores. La implementación de precios identificativos va en consonancia con la idea de constituir una red de los citados mercados y los agentes e infraestructuras que en ellos participan, y es reflejo de la cooperación y la conversión de éstos en un proyecto común. De igual modo, la iniciativa que impulsamos es una señal inequívoca de que estos mercados centenarios van actualizándose a los nuevos tiempos».

Es un proceso llevado a cabo en colaboración con los baserritarras, productores y asociaciones de comerciantes, con el objetivo de lograr la transparencia de los mercados, ya que se venía observando que el hecho de no indicar los precios creaba cierta desconfianza entre los jóvenes que se acercaban a los puestos. Las costumbres van cambiando y se van instaurando nuevos hábitos de consumo, por lo que, si queremos garantizar la continuidad de los mercados, debemos responder a los nuevos tiempos, subrayaban.

Se trata de una iniciativa modesta, dirigida a intentar adecuarse a las necesidades de la sociedad actual, aspecto que es de vital importancia para nuestros mercados. «Queremos hacer un llamamiento a la juventud para que se acerque al mercado y recupere los hábitos de compra de siempre. Queremos concienciar a la ciudadanía sobre la importancia que han tenido siempre y deben seguir teniendo nuestras ferias, tratando de reactivar estos espacios como garantes de productos de la mejor calidad que redundan en beneficio de nuestro país».