«Es importante mantener una buena hidratación e higiene visual para evitar la sequedad ocular»

El cuidado de la vista no entiende de estaciones, aunque cada época del año requiere de unas cuestiones específicas a tener en cuenta. En el caso de la temporada invernal, cabe tener en cuenta que «estamos más expuestos a la calefacción y que eso produce mucha sequedad de ojos».

Así lo afirma Lourdes Ruiz, oftalmóloga de Policlínica Gipuzkoa y el Hospital Quirónsalud Donostia, quien nos da algunas claves para evitar una sequedad ocular que «se acentúa en invierno» y que aparece «si estamos en un ambiente cerrado con la calefacción encendida; o en el coche, en donde nos da muy de frente. A ello le agregamos el uso excesivo de ordenadores y pantallas» que también producen que se nos sequen los ojos.

Respecto a los síntomas, la especialista menciona que «los ojos secos producen irritación, visión borrosa, una conjuntivitis irritativa y sensación de pesadez», como signos referidos por los pacientes ante este mal denominado «ojo seco evaporativo» y cuya solución pasa por «utilizar lágrimas artificiales que hidraten los ojos de forma regular, constante y continua cada 2 ó 4 horas, haciendo que la lágrima tenga buena calidad».

La sequedad ocular «existe en todos los grupos de edad» pues hoy día «estamos todos expuestos a las pantallas, desde niños hasta adultos». Sin embargo, descubre la Dra. Ruiz que «se ve más acentuado en mujeres en edad menopáusica».

Para evitarlo, por tanto, «es importante mantener unas buenas hidratación e higiene visuales para evitar la sequedad ocular» y observar ciertas pautas: «Si estamos muchas horas delante de la pantalla, hay que parar a descansar, mirar a lo lejos, hidratar los ojos y utilizar, en caso de que sea necesario, la protección adecuada».

Lo que también incrementa en esta época invernal es la práctica de los denominados deportes de invierno como montañismo,esquí o snowboard. Para los aficionados a estas actividades la Dra. Ruiz recuerda que «estando en alta montaña hay que proteger los ojos con una buena gafa de sol».

Ello quiere decir que esta cumpla un factor fundamental como es una buena protección ultravioleta porque «la nieve refleja mas del 80 % de los rayos ultravioletas y las nubes entre un 20-25 %». Es por ello que las gafas que elijamos han de ser de grado 4» y la doctora explica que se refiere a que «los grados de protección de la intensidad de la luz van de 0 a 4, siendo el 4 el que mayor protección ofrece».

Recomienda, en definitiva, «una gafa oscura y con antirreflejante» e incide en que «una gafa de sol mala puede producir mucho daño, porque la oscuridad del cristal va a hacer que la pupila se agrande y sin protección ultravioleta nos va a penetrar de lleno».

Sin embargo, con el uso de estas lentes que comenta la oftalmóloga hay que tener ciertas consideraciones como que, si bien son para la práctica deportiva, «nunca para conducción porque podría quitar la capacidad de visión tridimensional y cambiar los colores de ciertas señales de tránsito».