«La autovacuna bacteriana es un buen remedio contra las infecciones de orina de repetición»

La infección de orina es uno de los problemas más recurrentes por los que las personas acuden al urólogo. El doctor Alejandro González, urólogo de Policlínica Gipuzkoa, nos explica cuándo hay que considerar que padecemos infecciones de orina de repetición y nos detalla la importancia de acudir al especialista para tratarlas.

Es un cuadro clínico marcado por la reaparición una y otra vez de una infección de orina. Todos conocemos la infección de orina habitual, que dura unos pocos días y la curamos con antibiótico. Si ese problema vuelve una y otra vez, puede afectarnos mucho más. Se considera infección de orina de repetición cuando tenemos tres o más episodios en un año o dos episodios o más en seis meses.

Habría que valorar a la paciente. Digo la paciente porque la mayoría de veces es una mujer la afectada por las infecciones de orina de repetición. Haciendo una exploración física o de historia, a veces hay que pedir una ecografía o un scanner. En las mujeres jóvenes suele haber algo de herencia materna y también es un factor de riesgo haber tenido la primera infección antes de los 15 años o tener múltiples parejas sexuales. En el caso de las mujeres menopáusicas, se puede deber a esos cambios hormonales: cistocele, incontinencia, elevado residuo postmiccional… Habría que detectarlo primero y encontrar el origen de la causa.

Si una paciente nota algo como escozor al orinar o si está orinando más a menudo de lo habitual, si nota que no llega al baño, es decir, un cambio brusco en sus síntomas miccionales, puede haber una infección de orina y va a ser fundamental sacar un urocultivo, una muestra microbiológica de la orina para identificar qué bacteria le ha causado la infección. Esto es muy importante y a veces se olvida.

E. coli, efectivamente, es la bacteria que se encuentra con más frecuencia. El 60% de infecciones por repetición son provocadas por ella. Pero también tenemos otras como Clepselia Neumonie, Cocco Faecalis o Protius. Esas cuatro serían las fundamentales.

Cuando una mujer empieza a notar muchas infecciones de orina, lo primero que habrá que hacer es tomar una serie de medidas generales. Aumentar la ingesta de líquidos por encima de un litro y medio al día, tener una adecuada higiene, orinar a menudo, evitar la humedad después de las relaciones sexuales, etcétera. Hay tres tratamientos o tres tipos de suplementos, que no tienen demasiada evidencia científica, no son dañinos y a muchas pacientes sí que les ayuda. Serían los probióticos, la manosa y los arándanos. Los probióticos es importante que contengan ciertos elementos de lactovacilus. Hay que hablar con el farmacéutico, porque no es lo mismo un intestinal que un urinario. La manosa y los arándanos también ayudan mucho a regenerar las defensas y a intentar salir de ese círculo vicioso de una infección detrás de otra.

Cuando esas medidas iniciales han fallado, habría dos opciones. Una es la de tomar más antibiótico durante más tiempo, lo que se conoce como profilaxis antibiótica, que consistiría en tomar antibiótico de tres a seis meses, todos los días una dosis muy baja o en el momento post coital si vemos que las infecciones vienen relacionadas con una infección sexual. Pero esta opción muchas mujeres no la desean porque han tomado ya muchos antibióticos y empiezan a notar problemas de digestión, candidiasis y muchas cosas más. En estos casos tendríamos dos alternativas: la autovacuna bacteriana o las instilaciones vesicales.

Esta va a ser un buen remedio para esas pacientes que tienen muchas infecciones siempre por el mismo germen. Vamos a sacar una muestra de orina de esas pacientes, va a ir a un laboratorio especializado y van a crear una vacuna especial con esas bacterias. Van a inactivarse y se va a generar una suspensión oral, que consiste en echar dos pulverizaciones al día debajo de la lengua. Eso va a ir reforzando nuestra inmunidad para que esa bacteria no vuelva a atacar. En los estudios que hay de los pacientes que han recibido esa vacuna, cerca del 75% salen de ese círculo vicioso porque la bacteria ya no les ataca, al menos por un tiempo.

Los datos que tenemos hasta ahora son de unos seis meses o un año. Durante ese plazo, tres de cada cuatro mujeres no vuelven a tener esa infección por esa bacteria causante. Más allá, faltan datos. Como cada vacuna, se podría repetir esa dosis como hemos visto con otras vacunas. La del Covid, por ejemplo.

Para los pacientes que suelen sufrir infecciones por una bacteria distinta, va a ser difícil hacer una vacuna porque solo podemos proteger de una o dos bacterias, no de todas. De ahí la importancia de los cultivos: si una mujer viene con varios cultivos y cada vez por una bacteria diferente, van a ser mejor las instilaciones vesicales. Este tratamiento se administra en el hospital y es un líquido que se introduce dentro de la vejiga mediante un sondaje intermitente. Este líquido contiene ácido y hialurónico y condroitín sulfato. Se harán varias sesiones de ese tipo para reforzar la capa natural de la defensa de glucosa microbianos, que son las estructuras que nos defienden de las infecciones. Después de estar unos meses con estas instilaciones vesicales, la mayoría de pacientes en los siguientes seis a doce meses no va a tener ninguna infección.

No es un tratamiento incómodo, es una sustancia que no irrita la vejiga y la calma, por lo que a algunas mujeres no solo se la mejora, sino que les permite aguantar más tiempo sin orinar y les mejora esa sensación de urgencia e irritación al orinar. Es un tratamiento muy completo.

Tanto la vacuna como las instilaciones son tratamientos un tanto tediosos, que duran unos meses. Pero para aquella mujer que no para de tener esas infecciones de orina que son verdaderamente invalidantes, bajar de seis infecciones en un año a una o ninguna, merece realmente la pena. Hago una llamada a todas esas personas que sufren infecciones para que acudan al urólogo y tomen una solución.