La Dra. Ángela Estenaga, dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa.
Policlínica Gipuzkoa

«El moreno es una reacción de la piel para protegerse de la agresión solar, no es saludable ni deseable»

La Dra. Ángela Estenaga, dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa, asegura que «no proteger la piel del sol puede acarrear una serie de consecuencias adversas, que van desde el fotoenvejecimiento y la aparición de manchas solares hasta el desarrollo de arrugas e incluso cáncer de piel».

Miércoles, 8 de mayo 2024, 09:29

Proteger la piel del sol durante todo el año es crucial para mantener una salud cutánea óptima. Sin embargo, esta precaución no se debe solo dirigir a prevenir las quemaduras solares, sino que también hay que evitar una serie de efectos adversos que pueden surgir por la exposición solar prolongada. La dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa, Ángela Estenaga, advierte que los riesgos son variados, desde el fotoenvejecimiento y la aparición de manchas solares hasta el desarrollo de arrugas e incluso el cáncer de piel.

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La Dra. Estenaga recuerda que «el moreno es una reacción de la piel para protegerse de la agresión solar, no es saludable ni deseable». Y ahora que se acerca el verano, es importante comprender que no todos los fototipos pueden broncearse sin sufrir daños en la piel: «Las personas con fototipos 3 y 4, de ojos y cabello oscuros, pueden broncearse sin riesgos, pero aquellos con fototipos 1 y 2 experimentarán quemaduras solares antes de obtener un bronceado».

«En el cuerpo, se debe optar por un FPS de al menos 30 o superior, mientras que en el rostro se recomienda un FPS de 50 o más»

Al elegir una crema solar eficaz para proteger la piel y evitar estas agresiones, es fundamental identificar el Factor de Protección Solar (FPS). «En el cuerpo, se debe optar por un FPS de al menos 30 o superior, mientras que en el rostro se recomienda un FPS de 50 o más», destaca. Además, sugiere que la crema solar sea de amplio espectro y contenga un símbolo de UVA dentro de un círculo, lo que indica una protección contra los rayos UVA de al menos un tercio del valor del FPS.

También ha recalcado la importancia de respetar las fechas de caducidad y desechar las cremas vencidas para asegurar una protección eficaz. «Después de un año desde la apertura, la crema pierde sus propiedades y no puede garantizar su eficacia», advierte. «Por lo tanto, si tienes productos sobrantes del año anterior, lo más prudente sería adquirir uno nuevo», concluye.

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«Después de un año desde la apertura, la crema pierde sus propiedades y no puede garantizar su eficacia»

La dermatóloga destaca la variedad de formatos de fotoprotectores disponibles en el mercado, que incluyen gel, crema, emulsión, spray o sticks, ofreciendo así diversas opciones para adaptarse a las preferencias y necesidades individuales de cada persona. En cuanto a los tipos de cremas, recalca que tanto las que se adquieren en el supermercado como las de farmacia han pasado por controles específicos para obtener un etiquetado de factor 30, 50 o 50 plus. Por lo tanto, subraya que siempre que se cumpla con el etiquetado de la Unión Europea, se estará frente a cremas que ofrecen una protección adecuada.

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