Murga, frases para una pandemia

Las reflexiones, sentencias e ironías de la consejera de Salud en sus comparecencias no pasan desapercibidas. Algunas en las redes sociales en forma de memes (o «'mimis'»)

Lunes, 24 de agosto 2020, 06:22

Con año y medio en el cargo y sin que se sepa aún si seguirá en el mismo, a Nekane Murga le ha tocado lidiar ... con dos asuntos calientes al frente del Departamento de Salud. Cuando parecía que lo difícil iba ser apagar el fuego provocado por el escándalo de las supuestas irregularidades en la OPE de Osakidetza, que costaron la dimisión de su predecesor, Jon Darpón, nadie podía imaginar que tendría que capear la tormenta perfecta de una pandemia global que está suponiendo la mayor crisis sanitaria de Euskadi.

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Nekane Murga (Bilbao, 1963) llevaba poco más de un año en el cargo cuando tuvo que coger las riendas de una emergencia sin precedentes. Un viernes, 28 de febrero, el virus de Wuhan entraba en Euskadi con un caso en Gipuzkoa y otro en Álava hasta golpear a varios miles de vascos. Desde entonces, han sido muchas las comparecencias que ha tenido que protagonizar la titular de Salud para informar sobre la evolución de la pandemia y responder a las preguntas de la prensa. En ellas, ha quedado patente que se siente más cómoda gestionando que ante los micrófonos. En su pelea con la oratoria en un trance muy crítico, la consejera ha dejado un reguero de datos y anuncios, reflexiones y frases de cuño propio que no han dejado indifirente a nadie. La última, esas «burbujas de convivencia» por las que clama para reducir al mínimo los contactos sociales.

«Es mejor besarse con mascarilla, pero no se debe hacer. En la UCI no se besan con mascarilla»

«Euskadi está ante un posible tsunami. Pido a todoel mundo que revise su ocio»

Más comentarios provocó, sin embargo, su rueda de prensa del sábado 15 de agosto, cuando lanzó una advertencia sobre besarse sin protección consciente de que podría ser «'carne de meme' (o 'mimi', según lo pronunció ella misma). «Es mejor besarse y abrazarse con mascarilla, pero no se debe hacer. En la UCI no se besan con mascarilla», sentenció. No tardaron en aparecer las primeras citas en las redes sociales tal y como pronosticó en la comparecencia, en la que también avisó de un «posible tsunami» de contagios en esta segunda ola epidémica abriendo el debate sobre si el repunte de coronavirus este verano puede considerarse otra fase, si es que realmente acabó la primera. Murga invitó, asimismo, «a todo el mundo a revisar su ocio».

«Siempre digo que si alguien conoce a algún médico de familia en paro, que venga a Osakidetza»

La consejera volvió a ser objeto de anécdota con un mensaje indescifrable al tratar de explicar las pautas para las reuniones de 10 personas o menos; hasta ella tuvo dificultades para encontrar la salida del laberinto en el que se convirtió la desescalada en Euskadi. Tampoco resultó sencillo deslindar a «las personas con síntomas, los asintomáticos y los presintomáticos». Y sobre la insuficiencia de recursos en la Atención Primaria, fue gráfica: «Siempre digo que si alguien conoce a algún médico de familia que esté en paro que le ofrezca venir a Osakidetza», dijo.

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La cardióloga del Gobierno

Lo suyo no será la retórica, pero pocos representantes institucionales que estos días están al frente de las carteras sanitarias pueden presumir de haber salvado una vida en primera persona. Fue en el aeropuerto de Málaga y lo explicaba ella misma en un vídeo en Youtube en 2012 cuando Murga, cardióloga de profesión, tuvo que realizar las maniobras de resucitación a un paciente. No ha sido la única vez, protagonizó otro 'rescate' en la ópera de Bilbao. «Estoy creando una leyenda», bromeaba por entonces.

Miren Nekane Murga es licenciada en Medicina y Cirugía por la UPV-EHU donde ejerció como profesora asociada. Especialista en cardiología, su trayectoria profesional ha estado vinculada desde sus inicios a Osakidetza, donde comenzó como residente en el Hospital de Basurto en 1988. También ha sido presidenta de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología. En 2017 fue nombrada directora de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitarias del Departamento de Salud y dos años más tarde, consejera tras la renuncia de Darpón.

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Mucho ha llovido desde que el pasado 1 de marzo los titulares advertían de que Euskadi se asomaba a un «escenario inédito con tres casos de coronavirus y 110 en vigilancia». Meses más tarde, el virus se ha adueñado de nuestra vida cotidiana con los contagios sin remitir. Expertos aseguraron en los inicios de la pandemia que el Covid-19 se asemejaba a una gripe. La 'maldita' hemeroteca recuerda que Murga también afirmó, el 27 de febrero, que existía «mucho más riesgo» de contagio gripal que por coronavirus. Y defendió que, analizando las previsiones en relación al virus, era previsible que el mejor comportamiento del patógeno llegara durante el verano.

«Decenas de personas que se van a contagiar van a ingresar y algunas, sin duda, fallecerán»

Entonces todo eran dudas sobre el desconocido Covid y las decisiones trascendentales se tomaban con un alto grado de incertidumbre. Sin embargo, la responsable de Salud nunca ha ocultado lo dramático del desafío. «Decenas de las personas que se van a contagiar estas semanas van a necesitar ingresar. Algunas, sin duda, fallecerán», afirmó recientemente, con la segunda ola ya declarada. En cada comparecencia insiste en que el virus no ha perdido fuelle y «nos va ganando terreno», y es contundente con aquellos que «no entienden bien lo que es un aislamiento o una cuarentena». También con los que fomentan que colectivos de riesgo como los pacientes crónicos no lleven mascarilla; «es una aberración», zanjó tras conocerse una denuncia del Colegio de Médicos de Bizkaia, en la que alertaba de que algunos de sus miembros han recibido reclamaciones por negarse a eximir del uso de la mascarilla.

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«Ya tenemos otra (anécdota) más para contar». De esa forma se despidió Murga de los periodistas después una accidentada comparecencia el 7 de julio. Mientras explicaba la última hora del foco en Ordizia, la consejera fue interrumpida por unas señales de aviso. La megafonía llamaba después a evacuar la sala al dispararse un sensor de humo a causa de una obra menor cercana.

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