Llamamiento a reforzar la vigilancia en Reyes y rebajas

Este es el diagnóstico que realizó ayer la comisión técnica del LABI, encargada de evaluar la situación epidemiológica en Euskadi y valorar la necesidad de endurecer o relajar las medidas restrictivas para contener la expansión del virus. Son unas conclusiones medianamente tranquilizadoras aunque no tanto porque, pese a que no haya «signos de alarma extraordinaria», también se dice que no los hay «en este momento». Y es aquí, «en este momento», donde surgen las dudas. Después de tantos meses ya sabemos por experiencia propia que unos cuantos días de relajación bastan para retroceder semanas. No se puede bajar la guardia y ese es el mensaje que lanzó ayer el LABI. En este mes de enero que comienza con las compras de los Reyes Magos y continúa con las fechas de rebajas, el riesgo de que aumenten los contagios sigue siendo elevado por muchas vacunas que se hayan administrado.

Pese al estancamiento en el descenso de positivos por Covid-19, el Gobierno Vasco decidió ayer mantener las restricciones vigentes en lugar de endurecerlas hasta, al menos, el próximo viernes. Según el LABI, «las medidas restrictivas adoptadas en los últimos decretos, aprobados antes de las fechas navideñas, han tenido un notable seguimiento social, habiéndose conseguido con carácter general una contención muy significativa de la movilidad y de las interacciones en los festivos y celebraciones desde Nochebuena hasta el día de hoy».

Es un paso, pero hay que dar más. Por ello, el Gobierno Vasco recalcó ayer que «es fundamental reiterar el llamamiento a que, en torno a la festividad de la víspera y del día de Reyes y del próximo fin de semana, se mantenga el compromiso cívico mostrado hasta ahora con las medidas preventivas y de salud pública». Es un llamamiento que va más allá de estos primeros días de enero, porque también se insta a «reforzar los compromisos preventivos en relación con aforos, uso de mascarilla y distanciamiento interpersonal en todas las actividades». Y no solo en estas fechas sino en «la actividad comercial y de rebajas».

La amenaza persiste. Lo preocupante del diagnóstico que difundió ayer el LABI es el inquietante «en este momento» que los gobernantes de cualquier lugar y condición utilizan como advertencia para recordar que todo en esta pandemia está sujeto al cambio.

En un contexto en el que «la evolución epidemiológica local no es buena» y no se observan signos de alarma especialmente extraordinarios, el LABI puntualizó que «esta valoración general ha de complementarse con la consideración de tres factores concretos». Es aquí donde se atisban las amenazas a las que las autoridades sanitarias, es decir, toda la sociedad vasca, nos vamos a tener que enfrentar en las próximas semanas.

El primero de estos factores tiene que ver con las Navidades. «La sucesión de dos semanas con cuatro días no laborables ha podido distorsionar la relación de semanas anteriores entre el rastreo de contagios o contactos estrechos y el número de test realizados», sostiene el LABI.

Los otros dos factores obedecen a razones externas. Por un lado, se halla «la negativa evolución que se está produciendo en otras comunidades autónomas y en países de nuestro entorno europeo», que «no permiten ninguna relajación». Por otro, «la aparición en Euskadi de, al menos, seis casos relacionados con la cepa del virus mutado en el Reino Unido, junto a la posible detección de otras cepas en el futuro» obliga a «extremar todas las cautelas posibles».

El LABI debería haberse reunido el próximo día 11, pero el aumento de la tasa de contagios obligó al lehendakari, Iñigo Urkullu, a adelantar el encuentro. La comisión técnica volverá a congregarse el próximo viernes y lo hará de nuevo tres días después «para evaluar la evolución, los datos y las medidas en vigor y las que pudieran adoptarse».

Mientras tanto, y en una situación en la que «nos encontramos en un contexto de incertidumbre y riesgo que exige una posición de máxima vigilancia y control y de monitoreo diario de los datos», la comisión técnica recomienda «mantener activas las medidas preventivas establecidas en los decretos en vigor y continuar evaluando la situación estos próximos días». Además, reconoce «el valor e importancia de las tareas de testeo, análisis de laboratorio, identificación y seguimiento de casos, contagios y contactos, y mantener su refuerzo».

El LABI también quiso ayer hacer llegar a la sociedad «un mensaje de reconocimiento por el cumplimiento mayoritario de las medidas preventivas en vigor». «El objetivo en este momento es contener y, en la medida de lo posible, reducir la transmisión del virus, añadió.