La fecha de reapertura de los bares divide al LABI por el frenazo en la caída de contagios

Ya ha transcurrido un mes desde que Euskadi pusiera en marcha ese plan para evitar otro confinamiento domiciliario, decretara el segundo cierre de la hostelería y ampliara en una hora el toque de queda. Mañana en una nueva reunión, esta comisión técnica, presidida por el lehendakari, Iñigo Urkullu, determinará si ya es hora de flexibilizar las últimas medidas, o bien, si conviene prolongarlas un par de semanas más. La decisión aún no está tomada y dependerá de la evolución de los contagios que se produzcan estos últimos días. El plan sobre qué medidas adoptar para las próximas navidades -grupos de 10 personas, movilidad para reencontrarse con la familia- también está sobre la mesa y debe ser concretado.

Según fuentes consultadas por este medio, la reapertura de la hostelería es una de la cuestiones que divide al consejo asesor. Las posturas se debaten entre permitir que bares y restaurantes reabran este sábado, día 12, o bien esperar dos semanas más, hasta la víspera de Nochebuena. «La sensación de algunos técnicos de Salud es que los resultados no están siendo buenos», apuntan las mismas fuentes.

Cuando el lehendakari Iñigo Urkullu anunció el endurecimiento de las restricciones a comienzos de noviembre, Gipuzkoa estaba realizando 12.618 PCR al día, de las que 1.445 resultaban positivas en coronavirus, esto es, el 11,45%. Dicha tasa de positividad sobrepasaba con creces el 5% a partir del cual la OMS ya considera que existe transmisión comunitaria.

El escenario que vive el territorio guipuzcoano treinta días después no cabe duda de que es más esperanzador, pero no por ello deja de seguir siendo crítico. Ese parámetro, el de la tasa de positividad, ahora ronda el 6,5%, y aún no consigue bajar la barrera del 5%. Además de la evolución de los contagios, la situación de las UCIs vascas parece estabilizarse, pero el numero de ingresos es de 131 personas, 11 pacientes más que hace un mes.

Con todos estos datos sobre la mesa, más los que se extraigan en estas últimas jornadas, el comité técnico deberá decidir si este sábado Euskadi recupera parte de esa nueva normalidad a la que se llegó en verano. Desde luego, es una opción que se baraja, según reconoció ayer el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia.

El primer edil donostiarra señaló que la hostelería podría volver a abrirse «este sábado o fin de semana». A preguntas de los medios durante una rueda de prensa, respondió que «viendo la evolución la pandemia, y si sigue en la misma dirección, parece que una opción que está sobre la mesa es la apertura de la hostelería este sábado», aunque reiteró que prefiere remitirse «al informe que se entregará el miércoles en el LABI».

La fecha en la que los establecimientos de hostelería podrán volver a levantar la persiana sigue siendo una incógnita, pero Goia sí aseveró que teniendo en cuenta los datos que se manejan de riesgo de contagios, «el exterior va a tener un peso bastante grande a futuro en el funcionamiento de la hostelería».

Y esta es otra de las cuestiones que tiene a los hosteleros en vilo. Es decir, no solo el cuándo podrán abrir, sino sobre todo, en qué condiciones. El Gobierno Vasco ya aclaró la semana pasada que no descarta la fórmula en la que solo puedan habilitarse los veladores, de tal forma que se evite el consumo en interiores, ya que sin mascarilla, puede dispararse de nuevo el número de contagios. Sin embargo, el sector también adelantó que su petición pasa por que les dejen al menos el 50% del aforo en el interior, para que aquellos que no cuenten con grandes terrazas, levantar la persiana les merezca la pena.

En este sentido, el Ayuntamiento de Donostia ha llevado a cabo una serie de modificaciones que flexibilizan la ordenanza de terrazas en la capital guipuzcoana, y que desde el pasado jueves ya permite a los establecimientos tramitar sus solicitudes.

El alcalde recordó ayer que el Ayuntamiento ha introducido cambios respecto a la anterior ordenanza para permitir que los establecimientos hosteleros ocupen más espacio en la vía pública, y puedan cumplir así las medidas de distanciamiento.

En el caso de la Parte Vieja «se permitirán tres sillas en los taburetes de contrafachada para que se pueda tener algo parecido a una terraza». «Es un espacio restringido y limitado, que no ofrece muchas posibilidades porque hay que dejar el paso expedito para cualquier incidencia», apuntó el regidor donostiarra.

Asimismo, señaló que otra de las medidas es disponer de terrazas fuera del ámbito de visión del establecimiento, algo que con la ordenanza en vigor «no es posible», para que «haya bares que si no tienen la posibilidad de tener la terraza justo en frente, la puedan tener no muy lejos». También se facilita la colocación de mamparas para hacer la estancia más agradable los días de mal tiempo, y se da la posibilidad de instalar calefactores de gas sin instalación eléctrica. En esa línea, Goia afirmó que al Ayuntamiento «no le interesa» que se hagan «demasiadas instalaciones fijas» porque «está claro que estamos en una situación excepcional, y que las medidas que ahora aprobamos, van a tender a desaparecer cuando acabe esta situación de excepción».

Otra de las novedades es la reconversión de plazas de aparcamiento en superficie como espacio para instalar pequeñas terrazas «en aquellos sitios en los que no hay más remedio que ese». Se permitirá un máximo de dos plazas por establecimiento. Además, el alcalde apuntó que se permitirá montar los veladores una hora antes del horario habitual, es decir, a partir de las 08.00 horas, y que salvo esta última, el resto de medidas precisarán de una autorización municipal.

No solo de hostelería debatirá el LABI mañana. Entre las cuestiones que el comité técnico tendrá sobre la mesa figura la movilidad. El confinamiento perimetral, que actualmente solo permite el desplazamiento al municipio colindante para la realización de determinadas actividades, puede ser una de las limitaciones que se retiren y se permita, por tanto, moverse por el conjunto de la comunidad autónoma vasca.

El toque de queda actual, que prohibe estar en la vía pública entre las 22.00 y las 06.00 horas, también puede ser una de las medidas que se flexibilicen y se vuelva al horario anterior, que arrancaba una hora más tarde, a las once de la noche. Correr por la vía urbana con mascarilla o el cierre a las 21.00 horas de actividades comerciales y culturales son otras de las medidas a debatir en el consejo asesor, así como las que se establecerán definitivamente para Navidad. Sanidad fijó en un máximo de 10 asistentes cada celebración y un toque de queda a las 1.30 horas, aunque Euskadi estudia incluir algún matiz.