Euskadi activa un control específico para las personas que han intentado suicidarse
El riesgo de que repitan una tentativa es «hasta 100 veces» mayor que el de la población general, por lo que Osakidetza reforzará su seguimiento
TERRY BASTERRA
San Sebastián.
Martes, 19 de abril 2022, 06:33
El Departamento de Salud prevé activar a lo largo de «este mes» una de las iniciativas recogidas en el Plan para la Prevención del ... Suicidio aprobado en 2019 y que había frenado la pandemia. Se trata de un seguimiento específico a las personas que fueron atendidas el año anterior en los servicios de Urgencias de Psiquiatría por intentar quitarse la vida, según explica José Antonio de la Rica, director de Atención Sociosanitaria en Euskadi. Consiste en un control adicional «estricto» que se suma a las medidas farmacológicas y psicoterapéuticas que reciben estos pacientes para reducir el impulso.
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Se trata de acciones que, según recoge el plan, «buscan brindar atención continua y prolongada a personas con conducta suicida». Para ello será importante el apoyo «de familiares, amistades u otros recursos comunitarios que pueden supervisar» su adherencia al tratamiento y su estado de ánimo. Entre los recursos que se incorporarán al seguimiento estará el consejo sanitario.
Euskadi registró durante la pasada década una media anual 7,5 suicidios por cada 100.000 habitantes, tres puntos por debajo de la tasa mundial. En 2020, último año con datos oficiales del Instituto Vasco de Medicina Legal, se registraron 187 muertes, el número más elevado desde 2014.
Osakidetza cifra hasta 283 los intentos de suicidio atendidos en Urgencias al año y la Ertzaintza los eleva a 950
Las cifras de tentativas son mucho más altas, aunque no hay una metodología clara para poder contabilizarlas de forma exacta. El Plan de Prevención del Gobierno vasco es prueba de ello. En esta publicación se indica que «los intentos de suicidio en España se cifran entre 50 y 90 por cada 100.000 habitantes al año», pero la media anual de pacientes atendidos en las Urgencias de Osakidetza por este motivo fue de «25» en el lustro anterior a la elaboración del plan, «un número que es claramente inferior al esperado», se añade en el texto. Esta cifra se eleva hasta los 283 intentos por ejercicio si se incluyen las intoxicaciones por fármacos y productos químicos por causa indeterminada, dato también más bajo del que refleja la literatura médica sobre este problema. En la Ertrzaintza el número de incidentes por intento de suicidio durante la pasada década rondó los 950 por año. Tres datos muy diferentes sobre una misma cuestión.
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Hay una serie de factores de riesgo asociados a la conducta suicida. Los principales son los problemas de salud mental graves (depresión, esquizofrenia, trastornos psicóticos) y las tentativas anteriores. «Los primeros están presentes en el 90% de las autopsias psicológicas realizadas y los intentos previos aumentan el riesgo hasta 100 veces más que en la población general», recoge el documento de Salud.
En 2020, último ejercicio con datos oficiales, 187 personas se quitaron la vida, según el Instituto Vasco de Medicina Legal
La impulsividad también puede tener un componente hereditario. «El suicidio es un hecho traumático en una familia y muchas veces tendemos a taparlo con el silencio. Lo que hay que hacer es airearlo de una forma cuidadosa y empática porque el silencio no es una solución», indica De la Rica. La decisión de quitarse la vida es vista por estas personas como la última alternativa para poner fin a su sufrimiento. «Es algo que se construye», añade el director de Atención Sociosanitaria. «Precisamente por eso es muy importante preguntar». Y eso es lo que busca también el seguimiento específico que se pone en marcha este mes.
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Estrategia de salud mental
«Profundizar» en el abordaje del suicidio es una de las «prioridades» que incluirá la nueva estrategia de salud mental del Gobierno vasco. Otras de sus patas serán garantizar los derechos de las personas con trastornos psiquiátricos, la promoción de la salud mental, una asistencia especial a las familias de los afectados y potenciar la atención a niños y adolescentes.
Uno de los aspectos en los que se quiere profundizar es en el de las acciones en las escuelas para dotar a los chavales de recursos con los que poder superar determinadas situaciones que puedan incidir en su salud mental. El consejo asesor que dará forma al plan abordará también la necesidad de que Euskadi cuente con un centro específico para el ingreso y tratamiento de adolescentes con trastornos graves de la conducta alimentaria. El País Vasco dispone de comedores terapéuticos y otros servicios especializados para tratar un problema en auge, pero no un centro específico dedicado en exclusiva a abordar e ingresar a los casos más graves. Son atendidos en las unidades de Psiquiatría. Otras comunidades sí los tienen, muchos de ellos privados y con un coste económico para las familias de estas niñas –suelen ser chicas– elevado que puede superar los 4.000 euros al mes.
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