Euskadi se ve abocada a adoptar más medidas tras los primeros 9 días de restricciones severas

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, compareció ayer tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno e informó de que el lehendakari Iñigo Urkullu convocará mañana una nueva reunión del consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), donde las instituciones vascas analizarán la evolución de la pandemia, los resultados de las restricciones decretadas la pasada semana y debatirán qué nuevas medidas adoptan frente al Covid-19. En cualquier caso, aclaró, estas se adecuarán a los «límites» que establece el actual estado de alarma, en referencia a que no se contemplará un aislamiento de la población en sus casas, ya que dicha medida no tiene cobertura legal en el actual documento. Para Euskadi, el modelo de referencia ahora es el alemán, que restringe esa actividad no esencial, pero «con matices, adaptado a nuestra realidad», advierten fuentes solventes consultadas, que advierten de que no hay nada decidido aún. «Quedan dos días, hay que darle muchas vueltas a todo».

La expansión del coronavirus en Euskadi en esta segunda ola sigue siendo «muy preocupante» y la comunidad se encuentra «en el escenario más grave» del plan 'Bizi Berri II', dijo Zupiria, pero «no podemos pensar que esta crisis la vamos a resolver si pasamos un mes en casa. No podemos encerrarnos cada tres meses, cada vez que llegue una ola o hasta que la ciencia solvente el problema».

El planteamiento del Ejecutivo vasco se basa en convivir con el virus y adaptar las medidas a la evolución de la pandemia, porque dicha convivencia «va para largo», advirtió el portavoz, y no son descartables «nuevas olas» de brotes y contagios «en primavera y en verano» del próximo año. En ese sentido, apeló a la necesidad de que exista un acuerdo general para que no se llegue a un confinamiento severo como el de marzo y se pueda seguir permitiendo la actividad laboral, escolar, «cierta actividad social» y deportiva. «Es un reto enorme, pero no vamos a superar la situación solo con restricciones y prohibiciones», insistió.

El encuentro del consejo asesor vasco de mañana se celebrará un día después del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud convocado para hoy, en el cual las comunidades trasladarán sus consideraciones al Ministerio de Sanidad, y en el que se espera que varias autonomías vuelvan a insistir en su petición de modificar el estado de alarma para poder decretar un confinamiento domiciliario.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez reconoció ayer que ya «no descarta» esta medida. En Moncloa ni siquiera desechan la posibilidad de que se tengan que tomar las medidas más drásticas antes de los cálculos iniciales, que apuntaban a mediados de noviembre. Pero aún así -insisten- hay que esperar a ver si las restricciones ya en marcha tienen algún efecto. Y, sobre todo, es que en Sanidad confían, aunque sin llamarse a engaño, en que las comunidades todavía tengan un penúltimo cartucho con el cierre de la hostelería (las que todavía no lo han hecho) para tratar de embridar algo la transmisión desbocada.

La vicepresidenta Carmen Calvo se atrevió por primera vez a dar una fecha, el 9 de noviembre, como tope para decidir si se sigue adelante como hasta ahora o se da a las comunidades que lo soliciten la herramienta legal para decretar un encierro en casa de los ciudadanos: un nuevo decreto de estado de alarma que reclaman de forma oficial y oficiosa Asturias, Ceuta, Melilla, Castilla-La Mancha y Castilla y León.