Las donaciones de órganos se vuelven a recuperar un 11% tras el frenazo de 2020

Aunque hasta el cierre de año no hay datos desglosados por comunidades, Euskadi también está en esta senda de recuperación de la actividad, y según los datos de la ONT, entre enero y julio, en el País Vasco se contabilizaron 64 donantes fallecidos y 13 donantes vivos, y se han llevado a cabo 83 trasplantes renales y 39 hepáticos.

La tasa de donantes se resintió el pasado año un 21% en el País Vasco, que no obstante sigue estando entre las cinco comunidades con una tasa por encima de los 50 donantes por millón de habitantes, junto a Cantabria, Navarra, Canarias y Murcia. En los primeros meses de este 2021, los donantes fallecidos han supuesto el 57% de todos los registrados el pasado año, un total de 114, lo que apunta hacia esa recuperación constatada a nivel estatal en la red de donación de trasplante.

En la ONT indican que pese a las cifras a la baja de 2020 debido a la pandemia, la tasa de donaciones en España, de 37,4 donantes por millón de habitantes, se mantuvo por delante incluso de las tasas prepandémicas de otros países como Alemania, Francia o el conjunto de la Unión Europea (22,5). Y dentro de esos parámetros, Euskadi destaca sobremanera con su 51,4 donantes por millón de 2020 y los 65 de 2019.

La primera ola de la pandemia, en la primavera del año pasado, fue la que afectó especialmente a la red, y frenó el ritmo ascendente de donaciones y trasplantes en España de los últimos años, que aspira a llegar a los 50 donantes por millón y superar los 5.500 trasplantes en 2022, meta «que se habría conseguido en 2020 si no hubiera sido por el Covid», sostienen desde el Ministerio de Sanidad.

El descenso durante los meses más agresivos e inciertos de la pandemia respondió, según explican, a la saturación de las UCI por el Covid y a la preocupación por la seguridad de los pacientes y el impacto en ellos del Covid.

A este respecto, el último estudio liderado por la ONT sobre la afección del virus en personas trasplantadas habla de que 8 de cada 10 que se han contagiado, lo han superado. Y sobre todo, la supervivencia fue mayor a partir de la segunda ola, la del pasado octubre. El estudio se basa en el impacto del Covid en 1.634 personas trasplantadas que se infectaron el pasado año. Y el análisis concluye que hay tres factores fundamentales de riesgo para ellos: el tipo de trasplante, la edad del paciente y si la infección se ha producido dentro del hospital.

Así, se determinó una peor evolución de la enfermedad del Covid en pacientes trasplantados de pulmón, en personas mayores de 60 años y en aquellos con una infección «nosocomial», es decir, si se contagiaron dentro de un centro hospitalario.

El estudio, que comparó la evolución de 690 personas trasplantadas contagiadas en la primera ola con 944 de la segunda, concluyó que el coronavirus «no impacta de forma tan importante en estos pacientes como se creía. La mortalidad que se observó durante la primera ola (26%) se redujo a un 17% en la segunda, lo que refleja que el 83%» de ellos superó la enfermedad. También entre la primera y la segunda ola, periodo en el que se ajustaron los fármacos para tratar la infección, se redujeron los ingresos hospitalarios, del 87 al 58%, y el «desarrollo del síndrome de distrés respiratorio agudo, del 34 al 21%». La mayor capacidad de la red general de rastreo para identificar casos positivos asintomáticos o leves, como en el resto de la población, ayudó a reducir la letalidad.