«La salud mental nunca ha sido una prioridad»

– ¿Desde la red pública hay suficientes recursos para atender a estas víctimas?

–Los psicólogos y psicólogas somos un número muy inferior a otras zonas en Europa. La atención de salud mental es básica, imprescindible, hay que centrarse un poco más en atender a las personas que padecen de salud mental. La psicoterapia no puede estar solo disponible para las personas que tienen dinero. Ahora con la pandemia, la salud mental de la ciudadanía está muy afectada. Ansiedades, fobias, depresión... No te puedes imaginar.

– ¿De todas las edades?

– De todas. Según la edad, se asume de diferente manera, el miedo a salir, a coger el covid, no atreverse a cuidar a los nietos, salidas con doble mascarilla... En la pandemia la situación está deteriorándose de una manera considerable.

– Ahora sí se está poniendo el foco sobre este problema, que también es de salud pública.

– No partimos de cero, una persona que desarrolla esa ansiedad o fobia previamente tenía aspectos no resueltos, también influye el empobrecimiento de la población. No se compran antígenos, medicaciones, no van al dentista... cómo van a ir al psicólogo. El problema mental nunca ha sido una prioridad en salud pública. El 'anímate mujer, es cuestión de que salgas a la calle...' no vale. Hay personas que me dicen 'estoy cansada de que mi familia me diga anímate'. Es como si yo me corto y me dices 'Mariángeles, anímate, deja de sangrar'. No, me pongo una tirita y si es más profundo voy a que me pongan puntos.

– Los problemas mentales no se curan con una tirita.

– No. Además están aumentando las dependencias, los consumos, las dependencias sin sustancia, internet, juegos, compras online...