Lo que puede y no puede hacer un portero de discoteca
Un vigilante de seguridad tiene mayores competencias: puede cachear, registrar pertenencias o usar detectores de metales
¿Puede un portero de discoteca cachear y registrar nuestras pertenencias? ¿Y detener a un cliente? ¿Podría hacerlo un vigilante de seguridad? ¿Ambos profesionales cobran lo mismo?
Las preguntas surgen en medio del debate sobre la obligatoriedad de que los locales de ocio nocturno cuenten con seguridad privada en Euskadi (dependiendo del aforo), ya que la figura de controlador de accesos no sería suficiente. Al menos así lo considera el Gobierno Vasco, que obligará a todas las discotecas a disponer de vigilantes de seguridad para controlar las entradas de sus establecimientos y atajar de esta forma la proliferación de agresiones con cuchillos o navajas en los ambientes de ocio nocturno.
A la espera de saber en qué se concretará esta medida en la que trabaja el Ejecutivo vasco –la Ertzaintza y la dirección de Juegos y Espectáculos analizan cuál será el aforo mínimo que se fijará para contar con este servicio– hay que tener en cuenta que para ejercer un oficio u otro, los requisitos de formación no son los mismos, así como las tareas más específicas que realiza cada profesional.
Aunque un portero de discoteca es el encargado de controlar las entradas y salidas del local, solo está capacitado para realizar funciones auxiliares, y en ningún caso puede reducir a clientes que estén creando algún problema. Tampoco puede realizar cacheos ni ejercer funciones encaminadas a prevenir delitos, por lo que en caso de que ocurra algún tipo de altercado o agresión no podrá intervenir y tendrá que limitarse a llamar al vigilante de seguridad o, en caso de que el establecimiento no cuente con esta figura, avisar a la Policía.
Detectores de metal
Precisamente para reforzar la seguridad, el Gobierno Vasco quiere que las discotecas contraten vigilantes de seguridad privada. Así, podrían intervenir en una pelea, realizar registros o usar detectores de metal. Y ahí está la clave. La implantación de arcos o palos detectores en los accesos de los locales de ocio nocturno es una medida que se ha planteado esta semana, pero antes el Gobierno Vasco pretende que gran parte de estos locales cuenten con personal de seguridad privada acreditado para usar ese tipo de detectores.
Además de en las funciones, también hay diferencias en la formación que deben acreditar un controlador de accesos y un vigilante de seguridad. El primero realiza un curso de 40 horas de 10 días de duración aproximadamente y debe superar un examen de capacitación para obtener la habilitación profesional, que será obligatoria en Euskadi a partir de octubre de este año. Asimismo, deberán estar inscritas en el Registro de personal de servicio de admisión.
Un vigilante de seguridad, en cambio, tiene que realizar un examen en la Policía Nacional y una formación no inferior a 200 horas, con prácticas. Además, dependiendo en qué lugares desempeñe su trabajo, tendrá que sacarse el título de especialización, por ejemplo de aeropuertos, puertos, centros comerciales, museos, prisiones, eventos deportivos...
El sueldo también varía. Un controlador de accesos cobra unos 900 euros al mes según convenio, aunque en una discoteca puede ser superior. Un vigilante de seguridad percibe un sueldo mensual de entre 1.100 y 2.000 euros.
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