Maitane Ormazabal: «Uno de cada tres adolescentes está enganchado a las redes»

Las cifras son elocuentes e invitan a una profunda reflexión de la sociedad. Los problemas de salud mental entre los jóvenes se han disparado, y buena parte de la culpa de este incremento la tienen los dispositivos electrónicos. La sensación de descontrol es palpable, «pero aún hay margen de maniobra para salvar a los futuros adultos».

– ¿Es usted optimista con el futuro?

– Sí, siempre lo soy y, además, tengo motivos para serlo. Veo a muchos chavales realmente preocupados con este tema. Ellos son los que nos dan las claves para hallar la solución de este problema.

– Pero los datos que salen sobre salud mental, pantallas y menores ponen a más de uno los pelos de punta...

– Lo sé. Unicef sacó un estudio hace poco en el que señalaba que uno de cada tres adolescentes vascos es adicto a las redes sociales. Hay más. Uno de cada cinco, está enganchado a los videojuegos. La misma investigación aseguraba que la proliferación de problemas de salud mental entre los jóvenes vascos estaba muy relacionada con las pantallas.Además, que a nadie se le olvide que el suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes vascos, según datos del Eustat.

– ¿Y los padres?

– Según este estudio, solo uno de cada cuatro pone medidas para poner freno a estos problemas. Pero ellos no son los responsables o culpables de estos problemas.

– Hace 30 años también hubo un 'boom' tecnológico, pero en este caso con los videojuegos. ¿Hay similitudes con el enganche que producen las redes sociales?

– Sí, las hay, pero son casos diferentes. La sensación de soledad que terminan generando las redes en los chavales es mayor aún.

– ¿Es el de las pantallas y los menores de edad un problema sistémico?

– Sí. Es un conflicto generacional, sin ninguna duda. Ya no es una cosa que le pasa a Naiara o a Mikel, es un problema de todos a nivel de arquitectura social.