«No sabemos dónde matricular a nuestros hijos para que no les separen de sus amigos»
Padres del Scientia Karmelo de Donostia se reunieron ayer con Educación para abordar el futuro de sus niños, que serán reubicados en otros centros próximos
«No sabemos dónde matricular a nuestros hijos para que no les separen de sus amigos», lamentan algunos padres del colegio Scientia Karmelo del barrio ... donostiarra de Amara tras haber recibido la semana pasada la «triste noticia» de que el centro cesará su actividad una vez finalice este curso debido a la baja natalidad. «Esto nos lo tenían que haber dicho en septiembre, no unos días antes del inicio del proceso de prematriculación», añaden con cierto enfado y desesperación, conscientes de la repercusión que puede tener este hecho «tan delicado» en el futuro de sus niños. Cabe recordar además que el plazo de presentación de solicitudes arranca mañana y estará abierto hasta el próximo día 23. «Apenas tenemos margen de maniobra. Estamos desesperados. Esto es un caos», aseguran los progenitores al tiempo que confirman estar moviéndose «todo lo que podemos» para tratar de encontrar una solución «que contente a todas las partes» a la mayor brevedad posible.
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«Solo el pensar que pueden separar de grupo a nuestros hijos, muchos de ellos pequeños, es terrible», confiesan después de haber mantenido durante la tarde de ayer una reunión con Educación, que les expuso «solamente» cómo cumplimentar la hoja de preinscripción. «Hay niños que llevan cuatro días saliendo de clase llorando. ¿Cómo les explicamos ahora que el curso que viene van a tener que cambiar de colegio y que quizá no vuelvan a coincidir más con otros compañeros?», se preguntan los padres de los 290 alumnos repartidos en las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria. También les preocupa el estado anímico de los profesores, «que al fin y al cabo son personas que se van a quedar sin trabajo», matizan.
Ahora lo que exigen es que los estudiantes sean reubicados en colegios próximos a sus casas y del mismo «estilo», es decir, centros pequeños con atención personalizada como pueden ser Aldapeta María Ikastetxea, Mary Ward o Mundaiz, si bien este último «solo cuenta con el modelo D», con el euskera como lengua vehicular. En este sentido, son ya varios los centros educativos de la zona que han recibido un aluvión de llamadas para conocer su situación de cara al curso académica 24/25.
Es el caso, por ejemplo, del ya citado Mary Ward. Según ha podido saber este periódico, están siendo tantas las familias que se han puesto en contacto con el colegio, que el viernes pasado se vieron en la obligación de realizar una jornada informativa conjunta ante la imposibilidad de dar respuesta de forma individualizada. «Durante estos días nos han llamado alrededor de 40 familias», cuentan desde el centro, «así que decidimos reunirles para explicarles cuál es nuestro proyecto y cómo son nuestras instalaciones», explican. Aunque reconocen que es el Gobierno Vasco el que tendrá «la última palabra» en este asunto, lo que sí pueden confirmar es que «no tenemos hueco para todos los interesados».
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Otras alternativas
Situación similar viven en La Salle Loiola desde que el pasado miércoles estalló la noticia. Su directora, Ainhoa Aristi, habla de «bombardeo» de llamadas. «Las familias están muy nerviosas y con una enorme preocupación, como es lógico cuando te avisan de que tus hijos se van a quedar sin cole un 31 de enero, pero Educación nos tiene que dar algunas pautas porque no sabemos cómo actuar», reconoce. Siempre tratando de tranquilizar a los afectados, Aristi y su grupo de trabajo ofrecen toda la información necesaria y cogen los datos a los interesados. «Es todo lo que podemos hacer de momento. Nuestra casuística es muy diferente porque tenemos las aulas completas, aunque hay cursos en los que sí tenemos plazas libres», detalla.
Lo que quieren evitar, dice, es adelantarse a los acontecimientos y «no ponerles el caramelo en la boca para después comunicarles que no tenemos sitio». Para Aristi es un tema «complejo» porque, «pese a que les vayan a reubicar, tiene que haber huecos y, sobre todo, que las familias estén interesadas en esos centros».
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Otro colegio en el que el teléfono no para de sonar es en Aldapeta María Ikastetxea. «No hemos contado cuántos padres nos han llamado, pero son muchos», subrayan desde la dirección. En menor proporción, Larrun École también es otra de las alternativas a las que recurren padres del Scientia Karmelo. «Nuestro colegio es para niños desde los 2 hasta los 6 años, y aunque sea francés, no hay problema en que vengan niños porque todavía son muy pequeños y pueden aprender el idioma sin problema», recalca Lierni Etxebeste, administrativa del centro.
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