Euskadi sienta las bases del modelo de enseñanza de las próximas décadas

La cita para ratificar el pacto educativo en el Parlamento Vasco ha transcurrido sobre lo previsto. Los cuatro grandes partidos han votado a favor del texto que acordaron el pasado 18 de marzo y que servirá de base para la que será la futura ley de educación. Para los representantes del PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin la de esta mañana ha sido una sesión «histórica» y «especial» pese a que todos han reconocido que han tenido que renunciar a algunas de sus reivindicaciones para conseguir el acuerdo. Lejos de estas posturas se encuentran los grupos de PP+Cx y Vox, los primeros acusan de falta de legitimidad del propio acuerdo y los segundos consideran que limita la libertad de elección de las familias.

Con el pacto educativo, aprobado con 66 votos a favor y 7 en contra, el siguiente paso será la redacción de una nueva ley, la actual data de 1998, que deberá recoger y poner la letra pequeña de los principales aspectos recogidos en un documento de 44 páginas. El fortalecimiento de la escuela pública, la obligación de cumplir unos requisitos para obtener financiación por parte de la red concertada, la lucha contra la segregación, el euskera como eje de un sistema plurilingüe y la apuesta por una autonomía de los centros educativos que se adapten a su realidad social son algunos de los requisitos con los que contará la enseñanza futura. Se prevé que la nueva ley de educación esté lista para la primavera del 2023.

Leixuri Arrizabalga, del PNV, ha vuelto a defender la legitimidad del acuerdo ante las acusaciones del portavoz del PP, José Manuel Gil, quien ha vuelto a insistir que el día de la firma en la comisión de educación «se actuó con falta de formas y de respeto hacia su grupo». Más allá de esto, el PNV se ha felicitado por la consecución por «el amplio consenso» en el que el objetivo es «un sistema educativo de calidad, con excelencia, gratuito, plurilingüe e inclusivo», ha enumerado. Además ha destacado que la escuela pública será el referente básico «con la complementariedad de la red concertada» y siempre con la vista puesta en que «el alumno es el eje».

En ese mismo sentido se ha manifestado su socio de Gobierno, el socialista Eneko Andueza quien ha manifestado que el destinatario de todos las modificaciones es el alumnado. Además ha subrayado que «el acuerdo recoge todas las sensibilidades» y que su grupo ha sido «exigente» y ha dejado de lado «la complacencia». Así la inclusión de sistemas de evaluación que vayan valorando la mejora de los resultados ha sido uno de los aspectos defendidos por su grupo. También «la apuesta decidida por el escuela pública» y la defensa de un «sistema plurilingüe con el euskera como eje». En su intervención Andueza ha querido rendir un homenaje a Fernando Buesa y José Ramón Recalde.

Por su parte EH Bildu ha destacado que el proceso para llegar al pacto, «un proceso que sirve de precedente con una ponencia inédita en el Parlamento en la que se demuestra que es posible otra forma de hacer», ha comentado Ikoitz Arrese. El fin de la concertación universal, el perfil de salida B2 en las lenguas oficiales al término de la enseñanza obligatoria o la búsqueda en breve de otro pacto contra de la segregación han sido algunos de los puntos señalados por el representante abertzale. «Ahora toca el consenso social», ha dicho Arrese a la hora de referirse a la redacción de la ley. «Es nuestra responsabilidad dotarnos de la mejor ley y que sea lo más participativa posible», ha añadido.

Miren Gorrotxategi, portavoz de la coalición Elkarrekin Podemos- IU, ha puesto en valor el giro entre el primer borrador y el segundo texto acordado, «es un documento programático y no genérico», ha expresado. El texto aprobado hoy recoge sus dos ejes «imprescindibles» como son «la escuela pública y la lucha contra la segregación». Gorrotxagegi ha querido destacar que «no han recibido presión de nadie» para poner su rubrica en el pacto.

La críticas al documento aprobado han llegado por parte del grupo PP+Cs, José Manuel Gil, su portavoz, lo ha definido como «provisional y efímero» que llevará a una ley «que excluye a una parte de la sociedad vasca que también existe». En su intervención Gil se ha referido constantemente a las diferencias entre lo que su grupo ve y «Bildu y sus socios». Ha propuesto «14 elementos» para incluir en el texto entre las que se incluyera que «se imparta el 25% de la materia en distintos idiomas, para un trilingüismo efectivo» o «la prohibición de un mensaje adoctrinador en los centros», así como «libertad para elegir jornada partida o continua» o la inclusión de la figura de «una enfermera escolar».

Por último la representante de Vox, Amaia Martínez, ha rechazado el documento y lo acusa de perpetuar la defensa de «la causa nacionalista» y no priorizar «lo importante, el alumno». Martínez ha señalado que con el pacto educativo «se pone en riesgo a la educación concertada, elegida por el 47% de las familias» y que «reconoce la supremacía del euskera».

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