«Empecé a trabajar con 18 años y ahora me he sacado una espinita al conseguir una titulación»

Es una titulación de rango superior en la Formación Profesional a la que accedió gracias a su experiencia laboral y a los dos años que pasó estudiando «mientras trabajaba. Compaginar las dos cosas no fue sencillo, pero ha valido la pena», apunta satisfecha. Sin la experiencia laboral acreditada, destaca, «hubiera tenido que estar estudiando probablemente tres años, y no dos».

Sacarse esa espina a la que Udane hacía referencia fue un proceso que se coció a fuego lento y que tuvo el espaldarazo definitivo en 2020, cuando su empresa, Ulma, y el centro Miguel Altuna de FP de Bergara llegaron a un acuerdo para que los empleados de la empresa que no tenían una FP de segundo grado pudieran hacerse con una. «Así nos íbamos a poder mover con más facilidad dentro de la propia cooperativa cuando salieran nuevos puestos», indica Udane. Algo se encendió dentro de ella, pero el fuego se apagó de manera abrupta «porque yo tengo tres hijos y no me daba la vida para conciliar».

Después de esa pequeña decepción, esta oñatiarra le estuvo dando muchas vueltas a la cabeza. Estaba a gusto con su puesto de trabajo, pero sentía que estaba preparada para algo más. Era el momento de dar un nuevo paso en su carrera profesional y personal. «Empecé a estudiar online en Euroinnova diferentes unidades de competencia –lo equivalente a asignaturas–. Me fueron bien los exámenes y después fui al Gobierno Vasco a que me convalidaran esas unidades», cuenta, en un proceso en el que siempre estuvo arropada por su familia, la propia cooperativa Ulma y el centro de FP Miguel Altuna. Esta etapa de estudio y trabajo «fue complicada. Si no llega a estar mi suegra, yo creo que no hubiera podido hacerlo», subraya. Además, fue entre los años 2021 y 2023. «Los primeros meses se nos juntaron también momentos complicados de la pandemia».

Desde el pasado mes de abril Udane ya no trabaja con maquinaria pesada. «Mi actividad ha cambiado. Tengo más responsabilidad, eso es cierto, pero tampoco es algo que me asuste ni me venga grande. Me apetecía dar este salto en mi vida profesional y eso es algo que están notando en casa, donde me ven más feliz». Ahora se dedica a organizar entradas y salidas de camiones, hace reuniones con los encargados, ordena la materia prima que sale y entra... «Estoy contenta, me siento con fuerza».