Educación obligará a los colegios a reservar plazas para alumnos vulnerables
Los centros reciben con «incertidumbre» una medida que entrará en vigor el próximo curso y obligará a retrasar 15 días la prematriculación
FERMÍN APEZTEGUIA
Domingo, 30 de octubre 2022, 12:44
Los centros escolares de Euskadi han recibido con «incertidumbre» la obligación que tendrán a partir del próximo curso de reservar plazas para los colectivos más ... vulnerables. Saben que tendrán que hacerlo, porque el Departamento de Educación les remitió una circular el pasado viernes en la que se lo recuerda. Pero todavía ignoran la forma y los detalles en que todo esto se llevará a la práctica. La medida, sobre la que aún existen muchas incógnitas, forma parte de la nueva Ley Vasca de Educación y se integraría en un decreto que todavía está pendiente de aprobación por el Gobierno vasco, según reconoció ayer un portavoz del Departamento que dirige el nacionalista Jokin Bildarratz.
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La iniciativa es de obligado cumplimiento tanto para los centros de la red pública como concertada, que deberán reservar plazas para escolarizar lo que el escrito enviado a los centros califica como alumnado con «necesidades específicas de apoyo educativo». Lo que, según se dice, se busca con esta orden es evitar la «segregación de los estudiantes» por razones sociales, culturales, económicas o de género, entre otros motivos.
La iniciativa busca evitar la «segregación de los estudiantes» por motivos económicos, sociales y de género, entre otros
En las aulas de dos y tres años
La aplicación de la reserva de plazas a partir del próximo curso obligará a los centros a retrasar unos quince días, hasta la segunda quincena de febrero, la apertura del plazo para la formalización de prematrículas. La medida se aplicará, en principio, sólo en el primer curso de Educación Infantil, es decir en las aulas para niños de dos o tres años, en función de la edad en la que cada centro comienza a recibir alumnos.
El número de plazas que reservará cada centro vendrá determinado por un índice de vulnerabilidad del área de influencia del centro, que aún está por determinar. Los centros desconocen aún cuántas de estas plazas deberán guardar. Sí saben, sin embargo, según ha sabido EL CORREO, que esa cifra se calculará en función no de la vulnerabilidad del municipio o la comarca en que se asienta el centro, sino de las distintas localidades de origen de su alumnado.
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El Gobierno vasco todavía no ha aprobado el decreto que regulará este asunto
La carta remitida a los centros incluye un listado de necesidades de apoyo educativo, que permiten hacerse una idea de lo que se considerará alumnado vulnerable: «retraso madurativo; trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación; trastornos de atención o de aprendizaje; y desconocimiento grave de la lengua de aprendizaje; así como encontrarse en situación de vulnerabilidad socioeducativa; las altas capacidades intelectuales; haberse incorporado tarde al sistema educativo y la existencia de determinadas condiciones personales o de historia escolar.
La necesidad de reservar plaza para toda esta población dejará fuera, en buena lógica, a otras familias solicitantes, según explicó el director de la ikastola Lauaxeta, Aitor Pagalday. «Todavía hay muchas incógnitas sobre las que el Gobierno vasco nos tendrá que informar», dijo. El directo del colegio Berriotxoa, Emilio Delafuente, reconoció la incertidumbre existente, aunque se mostró comprensivo, dado el calado de la reforma en la que se enmarca.
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