«No tengo con quién dejar a mi hijo»
Conciliación ·
Algunas familias se vieron obligadas a llevar a sus hijos al colegio: «Respeto que paren, pero no me queda otra»A primera hora en los alrededores de los centros escolares públicos se notaba que la de este miércoles no era una jornada normal. No se ... vivía el revuelo ordinario de la entrada a un día de colegio. Muchas familias optaron por no llevar a sus hijos a clase tras los avisos de los propios centros que el funcionamiento de horas lectivas y comedor se podría ver afectado en mayor o menor grado.
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Quienes acompañaban a sus pequeños al colegio lo hacían, en muchos de los casos, con el sentimiento de que se veían obligados a hacerlo, conscientes de que sus hijos iban a pasarla jornada escolar de una manera diferente.
Testimonios
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Albert Ros | Padre «Soy autónomo, no me puedo permitirme el lujo de que no vengan a clase»
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June Andersen | Madre «Acabamos de tener una huelga de jangela. Esta situación ahoga a las familias»
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Elena Levhku | Madre «No tengo con quien dejarlos así que no me queda otra que traerlos a clase aunque solo vengan a pasar el día»
Un cuarto de hora antes de que se abrieran las puertas del colegio Amara Berri de Donostia, a las nueve de la mañana, eran muy pocos los padres y madres que se acercaban a la puerta del centro. En corrillos comentaban las razones que les habían llevado a tomar la decisión de que sus hijos fueran a clase. Todos coincidían en el mismo sentido: «Tengo que ir a trabajar y no tengo con quien dejarlos». Salvo por la falta de bullicio, nada en el exterior hacía pensar que el de ayer era un día de huelga. En el edificio los únicos carteles que se podían ver eran los que invitan a participare este sábado en el euskaraldia.
Albert Ros y su mujer acompañaban, como cada día, a sus dos hijos pequeños a la puerta del centro donostiarra. «Entiendo que se haga huelga y que se pueda participara en ella como derecho que es», comenta. «Soy autónomo, no me puedo permitir el lujo de no ir a trabajar. Así que no me queda otra que traerlos». La pareja apenas conocía los motivos de la huelga. «Aún así tienen nuestro apoyo. Confío en los trabajadores del colegio, cuidan muchas horas de ellos», dice mientras se despide de los dos pequeños.
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El trabajo y la falta de red familiar es son las razones por las que Elena Levhku llevó al colegio a su hijo. «Sabía que iba a haber huelga, preguntamos si podían venir y en el centro nos han dicho que no habrá clases normales pero que tienen comedor», explica. «No tengo con quién dejarlos, me es imposible conciliar si no está en el colegio». A lo que añade que «la huelga es una faena para las familias, nos ahoga».
La misma sensación tiene June Andersen. «Acabamos de tener otra huelga de jangela», se lamenta. «No es que no quiera apoyarles pero una huelga deja sin margen a las familias». Afirma que no tiene claro el por qué de los paros, «me da la sensación de que hay motivos mezclados». Su hijo pequeño nada más llegar iba corriendo al patio a jugar, a la mayor le costaba un poco más. «Sé que no van a dar clase, de hecho no lleva libros, pero tiene que venir».
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