Ikastola Zubimusu de Amasa-Villabona. Iñigo Royo
Educación

Bildarratz rechaza la versión de la ikastola que recibió financiación por dos aulas sin alumnos

El consejero de Educación sostiene que fue una inspección de Educación la que detectó «las irregularidades» de la ikastola Zubimusu de Villabona

Iraitz Vázquez

San Sebastián

Viernes, 28 de octubre 2022

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha reiterado este viernes en el Parlamento Vasco que fue una inspección del Departamento que dirige la que detectó ... el curso pasado «las irregularidades» de la Ikastola Zubimusu de Amasa-Villabona y ha rechazado la versón aportada por el centro. Este periódico adelantó a mediados de octubre este caso, después de que en el Boletín Oficial del País Vasco se publicara que el número de matriculados en el centro no coincidía con los que realmente acudían a clase, y que el centro había recibido 140.000 euros por esas dos aulas que no existían.

Publicidad

Bildarratz ha explicado durante la sesión de control al Gobierno que fue en una inspección realizada en diciembre de 2021 cuando se detectaron las primeras «anomalías» entre los alumnos matriculados y la lista de chavales que acudían a clase. En aquella inspección se constató un desfase de una veintena de alumnos que estaban inscritos en los cursos de 1º y 2º de Infantil y que, en realidad, no estaban cursando en la Ikastola Zubimusu. Una vez recabada la información necesaria, se confirmaron las «evidencias de irregularidad», ha explicado el consejero de Educación.

Una vez constataron estas evidencias, tal y como recoge el Decreto 293/87, se creó la comisión de conciliación para que, siguiendo el procedimiento necesario, analizara las informaciones que se habían aportado y «tomara las decisiones oportunas», ha recordado Bildarratz. Tras este paso y volver a analizar los datos de matriculación, el 23 de mayo de 2022 «se tomó la decisión» de que el centro tuviera que devolver los 140.000 euros correspondientes a las dos aulas de Infantil para las que no tenía alumnos y «modificar el número de aulas de ese curso».

La versión que ha dado este viernes el consejero de Educación difiere de la que ha mantenido este tiempo Ikastolen Elkartea -portavoz de Zubimusu Ikastola-, ya que ha sostenido que la inspección comienza cuando la propia ikastola notifica, con el curso empezado, las bajas de los alumnos en ambas clases. Zubimusu asumió «su error» y lo achacó a la tardanza a la hora de dar a conocer al departamento de Educación que tenía menos niños en las clases de los que había inscrito. Según argumentaron, la ikastola matriculó para el curso 2021-22 a todos los alumnos que tenía en el curso anterior en la gela de 2 años y en la de 3. Una vez empezadas las clases se retrasaron en dar de baja a esos alumnos que al final no optaron por acudir a este centro.

Publicidad

Estas irregularidades llamaron la atención de la comunidad educativa. Resonsables de centros con los que habló este periódico señalaron que era «complicadísimo» que se pordujera una duplicidad en la matriculación de escolares. «Te puede pasar con uno o dos estudiantes por mil motivos», explican. «Pero, ¿con veinte?», se preguntaban.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad