La UPV apagará la calefacción todas las tardes de noviembre y marzo

Entre diciembre y febrero también habrá restricciones, pero se reducirán a dos horas por jornada y se concentrarán entre el mediodía y la tarde, coincidiendo con el plazo para comer, el final de las clases matutinas y el inicio de las vespertinas.

Además, la decisión comunicada por la gerente enviada a toda la comunidad universitaria (más de 5.000 profesores e investigadores y 1.900 trabajadores), incluye otra novedad que busca reducir al máximo las pérdidas de calor en las instalaciones: todos los accesos exteriores de todos los centros de la universidad deberán tener «sus puertas cerradas», y se abrirán exclusivamente para la entrada y salida de personas.

Con ese mismo criterio, tampoco se permitirá que se abran las ventanas en aquellas estancias que cuenten con sistema de calefacción y climatización y estén activados. Sólo, «de manera excepcional» y «durante un breve período de tiempo», se permitirá la apertura de los ventanales en aquellas estancias que carezcan de estos equipos de ventilación mecánica para facilitar la «renovación del aire viciado».

Por último, la circular recuerda a todo el personal docente que, «por motivos de eficiencia y seguridad, no está permitido el uso de calefactores eléctricos individuales» en todas aquellas dependencias que dispongan de calefacción centralizada.

El objetivo de la UPV pasa por reducir un 7% la demanda de gas natural en las instalaciones educativas. El plan de eficiencia energética de la UPV también contempla el cierre los sábados de las bibliotecas de Álava y Gipuzkoa, y se estudia cerrar los campus en vacaciones de Navidad y Semana Santa, como ya se hizo 15 días en verano.