Los cuidados invisibles, desafío para este 8-M
8 de marzo ·
Emakunde centra su mensaje este año en el reparto igualitario de los cuidados, tanto de menores como de personas mayores o dependientesEste 8 de marzo será diferente. Sin manifestaciones masivas como la que el pasado año 'cerró' la puerta a la normalidad hasta entonces conocida y dio paso, pocos días después, a una nueva vida de confinamientos, mascarillas y restricciones. Será un 8 de marzo sin las huelgas feministas que en los últimos años han evidenciado la relevancia de las mujeres en el ámbito laboral, familiar o el de los cuidados. Pero será un Día Internacional de la Mujer con acciones puntuales y con las mismas y renovadas reivindicaciones para exigir la igualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida, en muchos con avances lentos; pero otros, demasiado tiempo estancados y a los que además esta pandemia no ha ayudado precisamente a avanzar. El Gobierno Vasco y Emakunde ponen el foco este año en uno de los ámbitos que esta crisis sanitaria ha «evidenciado» como «fundamental», y cuya responsabilidad siempre se ha inclinado hacia las mujeres: los cuidados.
La atención no solo de los hijos, sino también el cuidado de las personas mayores o de las personas dependientes, que durante estos meses de aislamientos y limitaciones a la movilidad se han revelado todavía más imprescindibles. La campaña institucional de este 8 de marzo pretende por un lado «visibilizar» esta tarea y promover su «reparto» equitativo no solo entre hombres y mujeres, sino también entre instituciones y toda la sociedad. «¿Quién cuida? Hagámoslo visible. Hagamos nuestra parte» es el lema elegido para fomentar que toda la ciudadanía se implique en unos cuidados que atañen, tarde o temprano, al conjunto de la población. Pero también para potenciar las políticas públicas destinadas a favorecer «un cuidado corresponsable».
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, presentaron ayer esta campaña que invita a una «reflexión» sobre la «importancia» del cuidado «para el sostenimiento de la vida», y subraya la necesidad de que toda la sociedad se «comprometa» con los cuidados.
La campaña incide, remarcó la responsable de Emakunde, en «visibilizar, valorar y repartir» los cuidados entre mujeres, hombres, instituciones y toda la sociedad». Porque defendió que un país «con alto nivel de desarrollo económico, cultural o de bienestar no puede permitir que una parte de la población, las mujeres, asuman la mayoría del trabajo de cuidados» cuando es «absolutamente necesario» para el bienestar general de toda la población.
Landaida recordó que el cuidado, a todos los niveles, es de «vital» importancia para que la sociedad funcione, tal y como ha quedado patente durante esta crisis sanitaria. Destacó que pese a ser fundamental todavía es un trabajo al que le falta «visibilidad», e incidió en que su «reparto desigual» entre hombres y mujeres «refuerza la desventaja socioeconómica» de la población femenina, dado que «limita su acceso a la educación, a la salud, al empleo remunerado y a su participación en la vida pública y cultural».
Desde el Ejecutivo, Artolazabal puso sobre la mesa las políticas puestas en marcha para fomentar la corresponsabilidad. Y aludió a los permisos parentales «iguales e intransferibles», las ayudas a la conciliación o contratación de personas para el cuidado, o el «refuerzo de cuidados institucionales, tanto sociales, como educativos y sanitarios a lo largo de todo el ciclo de la vida, o con el apoyo a las personas cuidadoras».
Sin grandes manifestaciones
De cara al 8 de marzo, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguró ayer que «no ha lugar» a las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer, en una situación de pandemia y hace un llamamiento a la «responsabilidad puesto que todavía estamos en situación de riesgo extremo, no ha lugar», explicó. La delegación de Gobierno en la Comunidad de Madrid prohibirá las marchas de más de 500 personas.
Proteger a los menores «supervivientes» de la violencia machista
Reconocer y proteger como «víctimas y supervivientes» a los niños, niñas, adolescentes y otras personas dependientes que «conviven» en entornos de violencia machista. Esa es una de las nuevas perspectivas que recogerá la Ley de Igualdad que el Gobierno Vasco pretende aprobar a mediados de año, con el fin de incrementar no solo la protección a las mujeres o los hijos víctimas directas de la violencia de género, intrafamiliar u otro tipo de agresión de carácter machista, sino también a quienes las presencian por convivir en esos entornos. La norma prevé la creación de una ayuda para los hijos huérfanos por violencia machista. Y cubrirá el «impago de las indemnizaciones».
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