La crisis de los chips provoca ya meses de espera para recibir un móvil o un frigorífico

Automoción. Uno de los sectores que más afectados se ha visto por este desabastecimiento mundial es el de la automoción. La escasez de microchips eleva a entre cinco meses y un año la espera en la entrega de un vehículo nuevo en Gipuzkoa. Las tiendas de teléfonos móviles así como los negocios de bienes de equipamiento del hogar (lavadoras, frigoríficos, lavavajillas...) también tiene serios problemas para satisfacer la demanda de sus clientes. O no tienen suficiente stock en sus almacenes o los plazos de entrega se demoran meses. Son los dos principales contratiempos a los que se enfrentan estos comercios.

¿Cuánto hay que esperar, por ejemplo, para comprar un Iphone 13 en la tienda oficial de Apple situada en La Bretxa? Exactamente un mes. ¿Y si nos fijamos en un bien o producto de primera necesidad como puede ser un frigorífico? Dependiendo del modelo, entre uno y tres meses. Incluso puede darse el caso de que el plazo de entrega sea toda una incógnita.

Reactivación de la demada. El porqué de este déficit de microchips se encuentra en una fuerte reactivación de la demanda y la disminución de la oferta. La caída se debe a una serie de desastres naturales que van desde un incendio en una gran factoría en Japón y la sequía de Taiwan –junto a Corea del Sur y China concentran el 81% del mercado global de fabricación de semiconductores–, que limitan los recursos hídricos tan necesarios para su producción, como un pasado invierno más duro de lo normal en Texas. ¿Y por qué ha afectado tanto a la automoción? Pues porque, como recuerda la consultora KPMG, las marcas de vehículos paralizaron el aprovisionamiento de componentes cuando se vieron obligados a parar por la pandemia frente a otras firmas tecnológicas.

Móviles y productos informáticos. A pie de calle, los fieles guipuzcoanos de los productos de la manzana tendrán que esperar en torno a un mes para hacerse con el nuevo Iphone 13. Así lo atestiguan los clientes consultados a la salida de la tienda de Donostia. «Un encargado de tienda me ha asegurado que la crisis de los microchips les está afectando de lleno y que se encuentran ante un trimestre atípico. El stock en almacén de la mayoría de sus productos está prácticamente a cero. Venía con la intención de comprar un Iphone 13 y me han dicho que hasta la semana del 12 de noviembre no lo recibiría».

Pero no solo este dispositivo móvil tiene unos plazos de entrega de un mes, también el resto de productos que ofrece la empresa estadounidense. «He preguntado por una tablet para Navidades y me han dicho que la compre cuanto antes porque los plazos de entrega se van a demorar más de lo habitual», asegura otra clienta de la tienda.

Y es que Apple se había propuesto producir 90 millones de sus nuevos iPhone 13 en los últimos tres meses de 2021, sin embargo la empresa ya ha avisado de que la cifra se reducirá en 10 millones por los problemas que Texas Instruments y Broadcom están teniendo para suministrar sus componentes. Sin embargo, desde la tienda oficial de La Bretxa han eludido realizar cualquier declaración al respecto.

Electrodomésticos. Esta crisis de semiconductores está afectando también a las tiendas de electrodomésticos. El Grupo Elektra, especialista en distribución de material eléctrico y con sede central en Martutene, ha visto como la escasez de microchips ha golpeado de lleno a la 'gama blanca' de sus tiendas. «Nos está afectando a todo tipo de electrodomésticos. Es un problema que ya llevamos arrastrando desde hace unos meses. Nos falta material. Hay un montón de electrodomésticos en fábrica que todavía no pueden salir de la línea de producción al estar pendientes de un semiconductor», aseguran desde Martutene.

A diferencia de un teléfono móvil o un ordenador portátil, un frigorífico o una lavadora pueden convertirse en un producto de urgencia para el cliente como consecuencia de una avería. «Los plazos de entrega pueden alcanzar incluso los tres meses. Va en función del modelo. Nosotros dependemos del fabricante. Al cliente tratamos de ofrecerle aquellos productos que tenemos en stock, ya que normalmente necesita el electrodoméstico de inmediato».

En la tienda Super Sonido pueden encontrarse desde electrodomésticos de gama blanca hasta todo tipo de dispositivos electrónicos. Aquí, la escasez de semiconductores también se empieza a notar. «Estamos teniendo muchos problemas con los fabricantes. Te dan una fecha que luego no se cumple. Teníamos una placa de inducción pedida para septiembre que aún no ha llegado. Los plazos de entrega se demoran hasta los dos o tres meses. Esta escasez también está provocando que el precio de diferentes productos suba».

Navidades complicadas. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, ¿llegarán a tiempo los regalos del Olentzero y los Reyes Magos? En Electrónica Aramburu, comercio de televisión y equipos de sonido situado en la calle Prim donostiarra, confirman «el cuello de botella» en muchos productos eléctrónicos y aseguran que «en Navidades podría haber ciertos regalos que no llegasen a tiempo». En Super Sonido también confirman esta tesis y aseguran que «pueden ser unas Navidades atípicas. Va a ser toda una incógnita».

Hasta cuándo durará. El hecho de que esta crisis se haya alargado y que no haya una fecha clara para que concluya –se espera que la producción de estos semiconductores aumente más de un 10% en 2022, lo que permitiría que la situación se vaya normalizando a mediados del próximo año– ha obligado a las diferentes administraciones, que en un primer momento se limitaron a presionar, a impulsar otras medidas. Desde la Unión Europea se ha anunciado una nueva normativa con el objetivo de duplicar la producción, donde hoy por hoy apenas suministra el 10%. Irlanda será la primera que estrenará una planta de estas características pero está previsto que se impulse una más que se espera que recaiga en Alemania o Francia pese a que desde el Gobierno se asegura que se trabaja para que España pueda ser elegida, aunque las posibilidades son escasas.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, participó a primeros de mes en el Consejo de Competitividad, donde destacó la «delicada» situación que vive la industria automovilística ante la escasez de semiconductores y solicitó a la Comisión Europea que impulse la fabricación de semiconductores en Europa. La ministra recordó que España ha incluido en el primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación (PERTE) en el ámbito de la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado un acompañamiento financiero para la fabricación aquí de semiconductores. El PERTE del vehículo eléctrico articulará una inversión pública de 4.295 millones de euros en el periodo 2021-2023 para impulsar el clima industrial y conseguir que en España se cree el ecosistema necesario para la fabricación de esos vehículos.