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Janire y José Luis, a la entrada de los juzgados, en Bilbao. DV
Autodefensa

Chat GPT no aprueba el examen del juez

Janire, madre de dos niños con una dolencia única en el mundo, tiene 4 días para volver a presentar una demanda judicial preparada con la IA

Sábado, 11 de octubre 2025, 02:00

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Cuatro días. Es el plazo que el juez ha dado a Janire Torres para que reestructure la demanda que interpuso en marzo contra la Diputación de Bizkaia. Esta bilbaína, de 41 años, acusa a la entidad foral de no conceder a sus hijos, los únicos niños en el mundo con una rara y grave enfermedad genética, «la atención adecuada a su dolencia». Zeian e Izei, de 4 y 2 años, no hablan ni caminan y tienen concedidas seis horas mensuales de atención temprana, un servicio para niños de 0 a 6 años con trastornos o riesgo de desarrollarlos que incluye pedagogo, psicólogo, logopeda y fisioterapia. «Seis horas son una migaja para sus necesidades. Nos gastamos 1.000 euros al mes en terapias privadas», denuncian sus padres, Janire y José Luis, vecinos de Abanto Zierbena.

Ayer se sentaron delante del juez. Janire, sola, porque decidió representarse a sí misma y preparar la demanda con ayuda de Chat GPT. Siete minutos después de iniciada la vista, el juez la suspendía. «Ha registrado una demanda bastante fraccionada, tiene cuatro días para presentar todas las alegaciones perfectamente hilvanadas, de manera que podamos resolver sin volvernos tarumba». Si ella presenta la remodelada demanda a tiempo, el magistrado, «dada la particularidad del caso», tratará de que el juicio se celebre «en diciembre o en noviembre», para que haya resolución «antes del periodo vacacional». «¡El lunes lo tiene!», prometió ella.

No será probablemente el lunes porque no hay tanta prisa. «Como es fin de semana tengo de margen hasta el jueves». Le hará falta el tiempo, a juzgar por el 'tocho', una carpeta negra con la demanda original y las alegaciones que ha ido añadiendo en los últimos seis meses. «Me iba enterando de la documentación que presentaba la abogada de la Diputación e iba añadiendo recursos al auto. El juez tiene razón, es un batiburrillo», reconoce Janire, mientras repasa junto a su marido lo ocurrido en la sala de vistas.

«Pensé: 'Se acabó'»

«Cuando he visto que el juez, con ese semblante tan serio, me cortaba en mi primera intervención me he venido abajo. He pensado: 'Se acabó'. Pero, de repente, todo ha dado un giro de 180 grados y me he dado cuenta de que en realidad no me estaba echando un rapapolvo, como pensaba. Es como si me estuviera diciendo: 'Eh, tranquila, no lo has hecho bien pero te estoy dando una segunda oportunidad'. Y me he emocionado, se me han humedecido los ojos».

Hasta la migraña, que lleva cuatro días que no le da tregua a causa de los nervios, se ha aplacado un poco. «Me había escrito en un papel lo que iba a decir, pero tenía miedo de no leerlo bien, de cometer fallos. Porque yo no controlo el procedimiento judicial. Estaba muy preocupada por llevar bien los interrogatorios, he cambiado varias veces las preguntas que iba a hacerles a los testigos para que 'casaran'».

No hubo ocasión de hacer ninguna porque no hubo juicio. «Se me va a hacer larga la espera, pero estoy contenta. Lo mío es una pelea de David contra Goliat. Pero solo me siento pequeña a nivel procesal porque sé que tengo la razón. No porque yo lo diga, sino porque la Diputación no deja de echar balones fuera cuando lo que está cometiendo es un atropello al derecho de los niños con discapacidad y enfermedades graves».

Como la que sufren sus dos hijos pequeños, los únicos en el mundo que presentan una extraña mutación en un gen. «A Zeian solo le queda solo un año de atención temprana, porque va a hacer 5 años, así que no es solo una batalla personal. Es una cuestión de justicia social», clama a las puertas de los juzgados, en Bilbao.

Ella y su marido tienen todavía unos minutos para tomar un café «antes de que se acabe el tiempo de la OTA». Luego irán a recoger a los niños al colegio... y «manos a la obra». «En cuanto el juez ha dicho que me daba cuatro días hábiles para presentar la demanda de nuevo, mi cabeza se ha puesto a trabajar a mil, a pensar cómo ordenarlo todo para que sea coherente».

– ¿Recurrirá a Chat GPT?

– No. Ya no me hace falta.

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