El aeropuerto de Loiu plantea ahora ampliar su edificio terminal con 55 millones y 5 nuevos 'fingers'
El nuevo Plan Director del aeropuerto bilbaíno prevé crecer hasta los 8,14 millones de pasajeros en 2035, con una inversión necesaria de 121 millones de euros
Josu García
Jueves, 6 de febrero 2020, 17:02
El aeropuerto de Bilbao prevé crecer hasta los 7,2 millones de pasajeros en la próxima década, dejando atrás los 5,9 millones de usuarios que tiene actualmente. Para absorber esta demanda, la dirección de Loiu ha puesto sobre la mesa un nuevo plan director que pretende ampliar la terminal por su lado Este, con la construcción de un nuevo dique y cinco 'fingers' o pasarelas de embarque directo (ahora hay 6). Esta hoja de ruta supone un cambio radical en el discurso que Aena ha mantenido hasta la fecha con respecto a la necesidad de buscar nuevos espacios y prolongar el edificio diseñado por Santiago Calatrava.
Desde los tiempos duros de la crisis, hace aproximadamente diez años, la entidad dependiente del Ministerio de Fomento ha venido advirtiendo de que cualquier ampliación se haría de una manera comedida, «ajustando la oferta de infraestructuras a la demanda prevista». La frase recurrente ha sido que Loiu «no se va a saturar» ni va a morir de éxito y que se iría avanzando poco a poco, con paso lento, pero seguro. Esta política ha supuesto la ejecución de un rosario de pequeñas obras orientadas a mejorar la operativa. 'La Paloma' ha pasado, según los propios documentos de Aena, de una capacidad de 4,5 millones de usuarios a 5,6. El problema es que este año se ha rozado la barrera de los 6 millones y la necesidad de una ampliación en toda regla es más que evidente.
En este contexto, Fomento no se había atrevido, hasta ahora, a hablar de una extensión de la terminal de Santiago Calatrava, algo que anunció en 2009 la socialista Magdalena Álvarez cuando, en pleno periodo electoral, presentó un ambicioso proyecto en el que 'La Paloma' ganaría dos alas para dar un mejor servicio y gozar de una mayor capacidad de proceso de pasajeros y vuelos. Se habló entonces de unos 90 millones de euros.
Aquel anuncio, nunca cumplido, generó una gran herida que aún hoy Aena intenta restañar (sobre todo a nivel político, ya que el PNV lo vio como una decepción). Ahora, el Plan Director 2020 prevé, por primera vez desde entonces, una apuesta decidida por ampliar el espacio de 'La Paloma'. Se reconoce que no será suficiente con sacar fuera de la terminal a los empleados que no trabajan de cara al público (la idea es llevarles a un bloque técnico, cuya construcción se mantiene). En este nuevo contexto, la palabra clave en el futuro inmediato es la de dique Este.
Extender una de las alas de 'La Paloma' retoma en parte la idea de Magdalena Álvarez lanzada en 2009
El proyecto pasa por extender el ala situado a la izquierda del edificio (si uno mira al campo de vuelos) para ganar allí un precioso espacio en el que habilitar cinco nuevos 'fingers' o pasarelas de contacto directas. La iniciativa prevé, además, ampliar la plataforma de estacionamiento de aviones, que se abrirá hacia la zona industrial, ganando más parcelas (hasta 30 aeronaves podrían parar allí).
A la espera del DORA
Se trata de un planteamiento que es modulable o escalable, y esto casa muy bien con la política que está desarrollando Aena. Permite crecer poco a poco y con vuelta atrás, es decir, la solución adoptada permitiría paralizar la ampliación si los datos de tráfico no responden. El primer paso sería aprovechar la salida de los empleados hacia el bloque técnico para ganar espacio de embarque remoto y descongestionar el aeródromo. Después podría ejecutarse ya la tan esperada extensión del ala Este.
El Plan Director calcula que serían necesarios 55 millones de euros para ejecutar esta alternativa. ¿Qué hay de los plazos? En principio tanto el presupuesto como el tiempo imprescindible para convertir esta propuesta en realidad están sujetos a un instrumento de planificación que sí será determinante para concretar el futuro de Loiu y que todavía no está listo. Se trata del Documento de Regulación Aeroportuaria 2022-2026 (DORA), que se está ya perfilando.
Esta iniciativa debería amarrar y estipular con mayor rigor tanto las inversiones como los plazos. «Estamos trabajando en el diseño del futuro aeropuerto de Bilbao, que contemplaría la ampliación de la terminal siempre que los datos de tráfico acompañen», matizan desde la dirección de 'La Paloma'.
¿Qué sucedió con el anterior plan director? ¿Fue fiable? ¿Marcó la política de Fomento en Loiu en la década que ahora finaliza? La anterior hoja de ruta que guió los pasos de 'La Paloma' fue aprobada en 2011. El documento preveía, en el mejor de los escenarios, un aumento de pasajeros muy importante y mayor que al que se ha llegado finalmente. Aseguraba que en 2020, se alcanzarían los 7,2 millones de pasajeros. Lo más seguro es que este año, el tráfico se sitúe entre 6 y 6,3 millones. La prognosis más positiva falló, aunque no por demasiado, mientras que las otras dos contempladas (más conservadoras) se quedaron cortas. Aquel instrumento de planificación recomendaba hacer unas obras de calado que, sin embargo, nunca llegaron. Por este motivo, hay que matizar que el escenario previsto por el nuevo Plan Director pueda no llegar a ejecutarse en estos términos.
En total, el instrumento afirma que van a ser necesarios 121 millones de euros en los próximos 15 años. Las previsiones de tráfico aluden a un aumento hasta los 6,36 millones en 2025, mientras que para 2030 serían 7,2 millones y 8,14, en 2035.
En su contexto
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5,9 millones de pasajeros tiene actualmente el aeropuerto de Bilbao. Se trata de su máximo histórico. Se ha rebasado ya el límite de capacidad, fijado por la propia Aena en su anterior documento de planificación en 5,6.
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Escenario futuro El escenario más probable que plantea el Plan Director hace referencia a un aumento de tráfico comedido pero sostenido en los próximos 15 años. 'La Paloma' podría alcanzar los 8 millones de pasajeros un poco antes de 2035.
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Máximo desarrollo El documento ahora aprobado prevé un escenario de desarrollo máximo, una previsión que, según los expertos que la han elaborado, será muy difícil que se llegue a cumplir. En esta línea se habla de 13 millones de pasajeros para 2035, con 90.000 operaciones al año (en 2019 hubo 51.591) y un movimiento máximo de 4.000 pasajeros a la hora.
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Cautela Los planes directores siempre son acogidos con cautela. Son una hoja de ruta que puede cumplirse o no.
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