El abastecimiento de agua de más del 90% de la población de Euskadi está garantizado pese a la escasez de lluvia

La escasez de lluvias y las elevadas temperaturas que está registrando Gipuzkoa este verano no ponen en riesgo ni a corto ni a medio plazo el abastecimiento de agua a ciudadanos y empresas. La red de embalses del territorio, que a pesar de las condiciones meteorológicas están entre el 70% y el 90% de su capacidad, constituye una vacuna de primer nivel para garantizar el suministro en caso de periodos prolongados sin precipitaciones o de sequías como los que estamos atravesando.

Así lo aseguró este miércoles la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia (PNV), quien confirmó que en otras zonas de Euskadi donde el suministro de agua se basa en arroyos o pequeños manantiales, cuyo caudal es más sensible a la aparición de nieve o lluvia, la situación es «de alerta». Es el caso de Urdaibai en Bizkaia o pequeñas poblaciones de la Llanada Alavesa, donde las instituciones se aprestan a reforzar las infraestructuras de abastecimiento e incluso, en el caso del estuario, llevar agua en barco desde otras comarcas.

De hecho, en las comarcas de Busturialdea y Lea-Artibai, que rodean la reserva natural vizcaína, algunas de sus poblaciones llevan dos semanas soportando medidas extraordinarias, como cortes nocturnos o limitaciones en el uso de agua para actividades no esenciales, como riego de jardines, llenado de piscinas o baldeo de calles.

Se trata de restricciones que vienen contempladas en el plan especial de sequías al que el Gobierno Vasco dio el visto bueno el 26 de julio y que las urgencias han obligado a poner en práctica antes incluso de ser aprobado. Se trata del primer plan de este tipo que se aprueba en Euskadi, donde el cambio climático está trayendo consecuencias inimaginables hace pocos años que obligan a actualizar los protocolos ante la aparición de determinados episodios extremos.

Tapia presentó este miércoles el plan durante una visita a la depuradora de Aduna acompañada por Amaia Barredo, viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental, y Olatz Peon, presidenta del Consorcio de Aguas de Gipuzkoa. La consejera explicó que además de en las comarcas mencionadas, «es previsible que si no llueve en las próximas semanas, también sufran problemas otras zonas como la cabecera del río Bayas», en Álava.

La consejera lanzó en todo caso un mensaje de tranquilidad, afirmando que «más del 90% de la población vasca tiene garantizado el suministro de agua a medio plazo, incluso en un escenario de lluvias limitadas». Se trata de los vecinos de localidades abastecidas por embalses, ya que estos están «en un nivel de llenado no muy distinto al de estas fechas otros años». Menos del 10% de los vascos recibe su agua de sistemas no regulados, y son los que viven una situación «menos favorable».

Tal y como se está aplicando ya en Bizkaia, el plan especial de sequías contempla la posibilidad de restringir el uso de agua para actividades no esenciales, como riego de jardines, llenado de piscinas o baldeo de calles; cortes de agua o reducción de presión en horario nocturno, o la captación de agua de emergencia de fuentes y lugares alternativos.

Mantuvo que los problemas más relevantes se están dando en la comarca de Urdaibai y en pequeñas poblaciones de la Llanada Alavesa. «Son , zonas en las que es necesario, así está previsto, el refuerzo de las infraestructuras de abastecimiento», ha confirmado.

Tapia incidió en que «la situación es mucho más favorable que en otras comunidades del entorno».

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