El sospechoso de provocar el incendio en un edificio de Sestao causó la alarma en el metro de Bilbao en enero

El sospechoso de provocar un incendio en un bloque de viviendas el domingo en Sestao es el mismo individuo que el pasado enero causó la alarma en el metro de Bilbao gritando «infieles, soy un guerrero, Alá es grande» y al que se le incautó una navaja que no llegó a esgrimir, según han confirmado fuentes cercanas al caso. Inquilino de la vivienda donde se originó el fuego, estaba fugado del hospital psiquiátrico de Zamudio en el que permanecía desde el incidente del suburbano, según las mismas fuentes. El hombre desapareció del centro médico hace unos días y cuando los agentes de la Policía Local de Sestao le identificaron ayer y comprobaron que se encontraba huido, solicitaron una ambulancia psiquiátrica para volver a trasladarlo.

Las llamas se iniciaron, al parecer, en el piso que ocupaba y se propagaron con rapidez por el inmueble, construido en madera, de cuatro plantas, ubicado en el número 80 de la Gran Vía de la localidad vizcaína. Cerca de 40 vecinos han tenido que pasar la noche en el frontón del municipio. Aunque él aseguró que el fuego se había originado de forma fortuita en un enchufe, se considera un incendio intencionado y se investiga su relación con él. Algunos testigos vieron en la vivienda /«bolas de papel tiradas por el suelo». El presunto implicado, en declaraciones a este periódico, negó ayer cualquier relación con el inicio de las llamas. Según su versión, estuvo toda la noche de fiesta y al llegar a casa a las seis de la mañana puso sus móviles a cargar. Posteriormente fue a desayunar y, al regresar a su domicilio, vio que el fuego se había declarado.

El incidente en el metro protagonizado por esta persona tuvo lugar el 26 de enero, cuando se encontraba en un vagón de tren, en la parada de Deusto. Allí comenzó a gritar «Infieles. Soy un guerrero. «Alá es grande». Su actitud violenta provocó que los viajeros de la estación huyeran a toda velocidad y la Ertzaintza interviniera de urgencia. Los agente le retuvieron y al registrarle le encontraron una navaja 'mariposa', de once centímetros de hoja, que no llegó a esgrimir. Dado que tenía antecedentes por un comportamiento inestable fue conducido ese mismo día a la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Basurto. Después, fue llevado a Cruces, donde tenía historial médico.

«El edificio tiene muy mala pinta»

Desde un primer momento, las consecuencias del incendio se antojaban de envergadura en un edificio de estructura de madera con más de 100 años de antigüedad. Las llamas se habían adueñado con rapidez de la parte alta del edificio, que además de bajo y cuatro alturas tiene una planta sotano también habitable, y los vecinos ya presagiaban que se les presentaba una papeleta difícil a partir de ahora. «A ver cómo se arregla esto porque una casa tan vieja y tras tanta agua...», se resignaba un residente en el segundo piso.

Y no le faltaba razón, porque el alcalde de Sestao, Josu Bergara, visitó en cuanto pudo el edificio junto al secretario municipal y alertó de que, «la verdad, tiene muy mala pinta». No solo porque el tejado había caído por completo, la cuarta planta estaba calcinada y había daños importantes en la tercera, sino porque el incendio tuvo varios rebrotes a lo largo del día a pesar del control constante de los Bomberos, y el agua utilizada había entrado en las viviendas.