«Hay que proteger las lenguas como el euskera, pero sin aislarlas del resto»
La doctora Ofelia García es una experta en el 'translanguaging', entendido como el uso de elementos de dos o más lenguas de forma espontánea
AINHOA MUÑOZ
Jueves, 21 de mayo 2015, 06:58
Es catedrática de lengua y educación en el Centro de Estudios de Postgrado de CUNY (City University of New York), una de las investigadoras de mayor prestigio internacional en educación bilingüe, sobre todo en el bilingüismo español-ingles en Estados Unidos. De origen cubano, la doctora Ofelia García ha realizado un gran número de publicaciones y ha impartido conferencias en congresos y universidades de todo el mundo. En su última visita a San Sebastián ofreció una charla sobre el fenómeno 'translanguaging'. Un sistema lingüístico que García recomienda aplicar con fines pedagógicos.
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Qué.
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Ponencia sobre el fenómenos 'translanguagin', entendido como el uso de elementos de dos o más lenguas de forma espontánea.
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Dónde.
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Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UPV/EHU.
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Cuándo.
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De 9.15 a 10.15 horas aproximadamente.
-¿'Translanguaging'? ¿Qué quiere decir?
-Es simplemente el uso fluido del repertorio lingüístico de una persona multilingüe o bilingüe. En otras palabras: utilizar dos o más idiomas de manera natural como si fuesen sólo uno. Muchas veces utilizamos recursos que pertenecen socialmente a una lengua o a otra, pero nosotros como personas bilingües no hacemos esas diferencias en nuestro interior, depende de dónde estemos hablando, cuándo y por qué. Utilizamos elementos de dos o más lenguas en una misma conversación, pero lo hacemos de forma espontánea.
-¿Estamos hablando del 'espanglish' o el 'euskañol'?
-No. De ninguna manera. Eso sería estigmatizar las prácticas bilingües. El fenómeno 'espanglish' sería, por ejemplo, decir «voy a la marketa» en vez de «voy al mercado», cuando 'market' significa 'mercado' en castellano. El 'translanguaging' acepta recursos lingüísticos que comparten rasgos que son socialmente diferentes lenguas.
-Ponga un ejemplo.
-Ahora mismo estoy hablando con usted en un castellano perfecto. En cambio, cuando doy clases en Nueva York, donde vivo desde los once años, lo hago solamente en inglés. Pero con mi familia no hablo solamente en inglés o solamente en español. Yo hablo con los recursos de esas dos diferentes lenguas a la vez, porque para mí son mi lengua, mis recursos lingüísticos.
-¿Se trata de mezclar dos lenguas en una misma conversación?
-Yo no quiero hablar de mezcla. Porque el hecho de pensar en la mezcla de dos idiomas ya indica que no se pueden juntar. Creo además que esa actitud ha tenido mucha repercusión en las comunidades de lenguas minoritarias. Es como si un niño sintiese que el euskera que habla es inferior porque lo mezcla con el español, y no es así.
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-Aplicado a nuestro territorio, ¿qué consejos daría a los padres para que el niño no se sienta así?
-No me gusta hablar sobre otras sociedades que no conozco lo suficiente. Pero he trabajado en muchas partes del mundo y creo que la situación es exactamente la misma: los padres sienten que es preferible utilizar la lengua mayoritaria que la minoritaria. Pero creo que se equivocan. Tanto la lengua minoritaria como el bilingüismo es importante para los hijos, precisamente para tener sentido de identidad pero también para vivir en un mundo global.
-¿Por qué es usted partidaria del bilingüismo como elemento educativo?
-Porque creo que no hay que cerrarse en banda a un sólo idioma. Creo que hay que proteger las lenguas minoritarias, pero no aislarlas del resto. Hay una gran diferencia entre proteger y entender que, cuando uno tiene una planta a la que no le da mucho el sol, hay que cuidarla un poco más. Y lo mismo pasa con las lenguas. Aquí, en el País Vasco, considero que hay que cuidar más al euskera, porque ha sido una lengua oprimida y también ha hecho que se oprimiera a la gente que lo hablaba. Pero eso no quiere decir que no haya que ponerle en contacto con otras lenguas, porque si algo debemos aprender es a vivir junto a otros, no aislados del mundo. Lo que hay que enseñar al niño es que se puede hablar euskera, castellano, inglés y francés. Eso es una riqueza, no un problema.
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-Parece que el 'translanguaging' sólo tiene aspectos positivos.
-Toda la investigación neurolingüística de los últimos diez años nos ha enseñado que la flexibilidad a la hora de hablar más idiomas es lo que da a las personas más ventajas cognoscitivas. De hecho, quien habla dos o más idiomas en formato 'translanguaging' tiene más beneficios que el bilingüe que habla dos lenguas pero siempre por separado. Cuando hacemos estos cambios lingüísticos tenemos más actividad cerebral.
-¿Y alguna desventaja?
-Que el monolingüe nos puede mirar como si no tuviésemos una competencia lingüística normal, y ese es el problema que hay en las escuelas. Esas actitudes puristas hacen que el niño tenga una inseguridad lingüística grande y que muchas veces abandonen la lengua minorizada para hablar el idioma dominante. Creo que son actitudes que tendríamos que cambiar, hay mucho trabajo que hacer para que la gente pueda entender que parte de las ideologías lingüísticas de muchos lugares están dadas por una nación-estado que impone una lengua dominante. Entonces es cuando se le impone al niño esta norma purista lingüística que hace que se sienta inseguro con sus prácticas normales. Hay que hacer entender que el bilingüe, además de tener más flexibilidad lingüística, tiene también más flexibilidad social, más tolerancia hacia diferentes acentos.
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-¿Cree que enriquece a un idioma el hecho de intercalar palabras de otro?
-Precisamente en la globalización en la que vivimos es casi imposible hablar una lengua sin utilizar elementos de otra. Del inglés sobre todo, que es una lengua cuyo éxito se rige porque se adapta a quien lo habla. En todo momento histórico ha habido 'préstamos' de otras lenguas, entonces sí, enriquece más a un idioma.
-¿La palabra 'selfie' puede ser un ejemplo de esa globalización?
-Sí, por supuesto. La palabra 'selfie' ya convive en todas las sociedades.
-¿Y cómo explica que todo el mundo interiorice un término de la misma manera?
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-La tecnología y los jóvenes utilizan los medios de una manera mucho más dinámica que antes. Es posible que hace 20 años la palabra 'selfie' hubiese llegado, pero eventualmente.
-¿Las nuevas tecnologías influyen por tanto en este fenómeno del 'translanguaging'?
-Así es. Las nuevas tecnologías expanden todo esto, y creo que el gran choque es la escuela, porque los colegios no se han ajustado a los cambios sociales que ha habido en cuanto a tecnología. Seguimos utilizando métodos pedagógicos que se enseñaron en el siglo XIX. Los textos son todavía tradicionales, cuando hay una cantidad inmensa de posibilidades multimedia que no han llegado a los centros escolares.
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-¿Qué modelo educativo propone entonces?
-Habría que ajustar la pedagogía para incorporar todas estas prácticas que los jóvenes conocen mejor que los mayores en cuanto a tecnología. Respecto al bilingüismo, convivimos con un modelo educativo donde no se permite a un niño hablar otro idioma y creo que debería haber un poquito más de flexibilidad.
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