Un rival para Mónaco
La villa francesa de Laàs se proclamará principado el 1 de enero. Con pasaporte y aduana. Es su forma de denunciar la «muerte del mundo rural»
ANTONIO CORBILLÓN
Jueves, 4 de diciembre 2014, 09:30
Mónaco, Andorra y, a partir del 1 de enero de 2015, Laàs. Este pueblecito de la región de Bearn (Aquitania, Pirineos Atlánticos), a unos pocos kilómetros de la frontera española, anuncia la secesión unilateral. Sin referéndum ni alambicados debates legales, pero también sin aparentes conflictos territoriales, hay algo en lo que ya ha triunfado. Toda Francia se ha enterado en qué parte de su mapa está esta hermosa villa de 111 habitantes y apenas 6,5 kilómetros cuadrados de superficie. «Si el 5% de los turistas que pasan por Biarritz o Lourdes, hacen un desvío a Laàs, 'rompemos' la banca», especula su alcalde, Jacques Pédehontaà.
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Con más de 30 años en el sillón local, este ingeniero agrónomo es uno de esos munícipes que no está dispuesto a que la globalización, unida al actual proceso de cambio del mapa francés para concentrar ayuntamientos y departamentos, acaben de borrar a su pueblo. En París creen que 36.000 comunas (municipios) son demasiados. Además la villa ha perdido el 40% de su población en los últimos 30 años y llegó a tener cinco veces más residentes a principios del siglo XX. «Se nos dice que debemos unirnos en grandes comunidades de más de 20.000 habitantes. Pero estoy seguro de que nos preparan para la muerte de las zonas rurales. Mónaco es la única manera que encontré para llevar un poco de esperanza», explica su primer edil. Él se apunta al dicho de 'piensa global y actúa local'. Por eso, desde 2012 Laàs tiene una plaza que se llama Centro del Mundo con flechas indicadoras de la distancia a grandes ciudades del Mundo: Bangkok, Santiago de Chile, Sydney o Nueva York.
Jacques ha logrado la complicidad de gran parte de sus vecinos que lo tienen todo preparado. Se ha inspirado en el modelo de Andorra y ha ofrecido al presidente galo, François Hollande, y al arzobispo de Bayona, Marc Aillet, la condición de príncipes. El segundo, amigo suyo, ya ha aceptado el cargo (Hollande ni ha respondido). Con la nueva escala de poder, Pédehontaà dejará de ser alcalde para convertirse en jefe de estado. Sus vecinos serán sus súbditos.
Nunca pierde el buen humor cuando defiende sus ideas. Su lema es «nada es imposible» y a sus vecinos les insiste en que «tenemos la cabeza en las estrellas y los pies en la tierra». Con esa filosofía invitó a Brigitte Bardot a vivir en Laàs cuando dijo estar harta de St. Tropez. No lo hizo pero ahora le felicita todos los años por su cumpleaños. De la nada ha levantado un Festival de Músicas de la Tierra. El pasado julio, otro 'alternativo' como Manu Chao reunió en un concierto a 8.000 personas.
A partir de año nuevo, los conductores que serpenteen junto a los campos de maíz del cantón de Sauveterre-de-Bearn serán recibidos por una valla y una choza aduanera inspirada en esas casetas de baño típicas de la Concha de San Sebastián. Allí les espera la nueva bandera (tiene vaquitas con lazos al cuello), sellos de entrada, moneda, un himno. Y un pasaporte que en su portada dice 'Pasión y Audacia'. «De forma voluntaria, revisaremos los bolsillos a los visitantes por si llevan armas», bromea un futuro aduanero en el Facebook del nuevo estado.
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Bodas principescas
Broma o no, el voluntarioso alcalde ha encontrado más cómplices de lo esperado. Tiene embajadores en más de 20 países e incluso han escrito una constitución. Para que no haya dudas, la que para muchos franceses es ya la nueva 'aldea de Astérix' dice en su primer artículo que «Laàs-en-Bearn respeta y promueve los principios de libertad, igualdad y fraternidad».
El nuevo estado ha diseñado incluso un futuro económico que va más allá de sus agricultores, ganaderos y algunos artesanos textiles que fabrican, entre otras cosas, las tradicionales boinas vascas. El simpático Jacques Pédehontaà suele recibir a las visitas con una de ellas sobre su cabeza. El mañana del autoproclamado estado aspira a ser mucho más glamuroso. Esta hermosa aldea se sitúa al pie de una colina que preside un impresionante castillo del siglo XVII. En su interior ofrece una de las mejores colecciones de loza y pintura de Aquitania, que incluye cuadros de Rubens o Brueghel. El sueño del mandatario local es convertirlo en un nuevo destino de «bodas principescas». Enlaces de todo tipo, fiestas de solteros, bodas de oro. El complejo se llamará Laàs Vegas Boulevard.
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