Gaizka Garitano da con la tecla para rozar la fiabilidad total

Tras sumar cinco victorias y un empate que han arrojado un saldo de 16 puntos de los últimos 18 posibles que se han repartido en el último mes y medio, el conjunto azulgrana se ha anclado con fuerza en una primera posición que alcanzó tras su triunfo en Almería hace una semana, dejando patente que además de seguir contando con la pegada que ya venía exhibiendo desde el principio, ahora también ha encontrado no solo la estabilidad defensiva que le faltaba, sino también la senda correcta para ganar lejos de sus infranqueables dominios.

De hecho, desde que cayeron en Zaragoza (0-1) el 6 de diciembre, poniendo fin así una racha de cuatro desplazamientos seguidos sin ganar, los eibarreses cuentan por victorias sus tres últimas visitas, cuatro si se le añade la que conquistaron en Tenerife en competición copera, todas ellas ante rivales de gran entidad en la categoría.

Echar el cerrojo a su marco era el principal detalle que le quedaba por pulir, y hasta eso ha conseguido el de Derio, gracias en gran medida a la vuelta de Venancio al eje central de la zaga y las grandes actuaciones de Yoel, así como de Cantero cuando le tocó suplir al gallego en El Molinón.

Y por si fuera poco, su gran momento de gracia ha coincidido con una jornada casi perfecta en la que los azulgranas mantienen los tres puntos de renta más el golaverage frente al Almería, mientras que han elevado a cuatro su renta respecto al Valladolid, y a seis ya la ventaja sobre el Tenerife. Queda lo más difícil por hacer, pero la credibilidad conseguida mete más miedo que el poderío de sus jugadores.