Un balón de oxígeno para culminar otra semana maratoniana
El debut de Llorente y el retorno de Toño tras cumplir su sanción alivian los problemas que se acumulan en varias líneas del Eibar
La explosión de alegría compartida que provocó el gol de Etxeita en el minuto 93 confirmó que la comunión entre la afición y el equipo ... ha vuelto para quedarse. Junto con los tres puntos, la feliz unión que se formó tras el pitido final fue lo más gratificante que se ha vivido en Ipurua en mucho tiempo. El público armero supo gratificar el gran esfuerzo que ha tenido que realizar el Eibar en un último mes de lo más cargado, puesto que desde que se ganó al Ibiza el pasado 3 de octubre, la escuadra dirigida por Gaizka Garitano ha disputado siete partidos y aún le queda el del sábado (21.00 horas) en Fuenlabrada para culminar esta nueva semana maratoniana que no ha salido gratis.
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La peor parte en esta ocasión se la ha llevado Frederico Venancio, que tras romperse el solo mediada la segunda mitad del choque ante los astures, apunta a que va a tener que estar varias semanas de baja.
La fatiga también está empezando a afectar a Corpas, Javi Muñoz y Edu Expósito, piezas indiscutibles para el técnico de Derio, que no todavía no ha conseguido dar con unos sustitutos de garantías para poder darles un respiro.
Y para colmo, las lesiones que arrastran los jugadores que ya llevan tiempo en la enfermería tampoco parecen tener una solución rápida y la llegada de Venancio a la sala de espera no hace sino agravar aún más los problemas que se acumulan tanto en la parcela defensiva como en la atacante.
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Por eso mismo, el debut de Fernando Llorente ha supuesto todo un balón de oxígeno para el técnico azulgrana, que también recupera a Toño de cara al choque en tierras madrileñas una vez que ha cumplido los dos partidos de sanción que le cayeron tras su expulsión sufrida ante el Cartagena.
La salida al campo del ilustre delantero riojano supuso un antes y un después para el conjunto armero. Y es que por mucho que le se notara la falta de ritmo tras cinco meses de inactividad, su mera presencia en el área no solo sirvió para intimidar a la zaga ovetense, sino que los apenas dos balones que tocó anticipándose a sus rivales sirvieron de revulsivo para encender la mecha que activó al equipo y a la afición. Colgar balones al área tiene ahora más sentido que nunca para el Eibar.
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Además, el retorno de Toño también aliviará las dificultades de Garitano a la hora de conformar su línea defensiva. Con solo dos centrales disponibles, la presencia del lateral madrileño le permite incluir a Glauder en el eje de la zaga, de forma que Tejero no tenga que jugar a pierna cambiada en una banda en la que no rinde igual que en su plaza.
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