«Hablemos de soberanía local, de políticas ciudadanas para la gente»
Geógrafo y periodista, hoy presenta en La Cripta su libro 'Ciudad clickbait'
Alas 19 horas de hoy jueves en la calle San Jerónimo se cruzarán dos visiones muy diferentes de Donostia. Será una coincidencia que podría parecer ... inverosímil pero no lo es. A buen seguro, turistas asiáticos harán cola ante las puertas del bar Ganbara para degustar sus setas, sus hongos y otras delicias. Enfrente, la gente se agolpará en las escaleras de La Cripta, el salón subterráneo de la antigua Biblioteca, para asistir a la presentación de 'Ciudad clickbait' (significando esa palabra, como sabemos, 'ciberanzuelo'). Vincent, valenciano, es director de la Agència Districte. Impulsa iniciativas y propuestas urbanas, realiza trabajos de consultoría comunicativa y saca adelante proyectos editoriales. Su 'Ciudad clickbait', potentísimo y sarcástico, está publicado por Barlin Libros, que pone en el mercado obras que rozan los universos del 'Pensamiento al Margen'.
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– Leí hace poco que en el mundo del fútbol actual los espectadores estorbamos...
– Buena reflexión. Que hace 20 años ni se nos hubiera ocurrido publicar. Hubo un tiempo en que los clubes eran sostenidos por sus 'militantes', por sus socios y se debían a ellos. Hoy, en muchos casos, no es así. Los aficionados son mero 'atrezzo', algo que se podría sustituir fácilmente. Los clubes son adquiridos, como los solares o las viviendas, por fondos de inversión. Y los que no lo han sido, se inclinan ante quienes pagan los derechos de retransmisión e imponen horarios impensables hace eso, 20 años. Por otra parte, también podríamos decir que en las ciudades 'sexy', la ciudades virales que no reales, el sustrato ciudadano empieza a 'sobrar'. Aparte de eso...
– ¿Sí?
– Igual que existen las ciudades 'Alfa' existen los clubes 'alfa' y hay muchas urbes y muchos equipos que quieren ser como ellos sin saber que ni pueden ni deberían. Ni nunca lo conseguirán.
– Puestos a interpretarla agriamente, la palabra 'alfa' no suena del todo bien sino a, por ejemplo, 'macho alfa'.
– Algo así. Ciudad estrellas, ciudades modelo. Ciudades a imitar por otras que hacen mil piruetas para llamar la atención y crean su marca, su icono, para gustar porque el mundo de antes les ha desaparecido. Se ha desbaratado su comercio, su industria y ahora solo quieren gustar. Y cuanto más les digan las encuestas (poco de fiar) que son lugares donde se vive muy bien, mejor. Aunque sus ciudadanos, en esa ciudad que todos parecen desear vivir, vivan peor. Las ciudades 'Alfa' son París, Londres, Berlín, Barcelona. Clubes 'Alfa' son el Barcelona, el Real Madrid, el Manchester, el PSG . Todos quieren imitarles, crear marca. El usuario ha sustituido al ciudadano y al socio.
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– Pero también existen ciudades-refugio. Lo estamos viendo. Indómitas ante Trump.
– Soy un enamorado de la ciudad. Creamos la ciudades, nos vinimos a ellas desde pueblos, valles y desiertos porque significaban libertad y prosperidad. Una aglomeración enriquecedora, viva. En los lugares pequeños acabas viéndote, viviendo, hablando con la mism a gente y al final puede que incluso solo haya un mismo pensamiento para muchas cosas. En la ciudad te chocas con desconocidos, que opinan lo que tu no opinas. Adoro las esquinas...
«Estamos manteniendo debates que ya tuvimos el siglo pasado sin darnos cuenta de que el mundo ya cambió. Seguimos discutiendo sobre la tasa turística. O sobre Airbnb o Ryanair sin que ni los dirigentes más liberales perciban que una ciudadanía realmente contenta de su ciudad (no por mera dopamina) es un puro caramelo político»
– ¿Las esquinas? ¿Más que las plazas, el ágora, el foro?
– También, pero en las esquinas es donde te cruzas, te tropiezas con otros y donde confluyen las calles. No es de extrañar que ese lugar de Hyde Park donde cada quien puede decir a cada cual lo que desea se llame 'Speaker´s ... corner', la esquina de quien habla. Y tienes razóm con las ciudades 'santuario'. Si te das cuenta, todos los dirigentes totalitarios...
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– ... Quieran someterlas.
– Has citado a Trump. Mira cómo desea doblegar Washington, Chicago. Tampoco es de extrañar que el movimiento LGTB explosionase en... San Francisco. La ciudad, ese lugar donde desconocidos se encuentran con desconocidos y hacen cosas juntos.
– Nos está quedando tal vez demasiado... ¿romántico?
– Personalmente puedo ser muy romántico y muy pragmático. Por eso cuando hablo con los políticos les intento convencer de que una ciudadanía contenta, satisfecha con las políticas urbanas (que nunca son, lo sé, tan divertidas y placenteras como esos clicks que dicen que tu ciudad está de moda, que va a ser el nuevo Silicon Valley y tendrá el árbol de Navidad más grande del mundo) desarrolladas es una bicoca electoral, un caramelo. Políticas que no se empecinen en hablar de cosas que ya deberían estar asumidas. Políticas que no dejen locales vacíos, bajos comerciales convertidos en alojamieto-celdas para turistas. Ciudades con más oficinas y menos yogurterías.
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– Soberanía local.
– Es nuestra ciudad. Venid, visitantes. Vosotros estáis 'en tránsito'. Nosotros, 'en transición' hacia el mundo de hoy y mañana.
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