Héctor con un objetivo. Diana y Eloísa, con viejas bobinas. Falta poco para el festival Cine Cauce. LOBO ALTUNA

Ciudadanos

«Veremos películas a la fresca y charlaremos de cine bajo un árbol»

Diana Castro Sánchez, Eloísa Suárez López Zuriaga Estudiantes de la EQZE en Jarandilla de La Vera

Begoña del Teso

San Sebastián

Sábado, 13 de julio 2024, 09:01

Son alumnas de la Escuela de Cine Elías Querejeta. Tabakalera, sí. Preocupadas, interesadas por y en la recuperación y la programación de películas. Estudiosas del acto mismo de cómo verlas. En compañía de Héctor Márquez Baca, que controla la cuestión de Comunicación y del tráfico de bobinas cinematográficas entre Perú y Extremadura nos hablan del III Encuentro de Exhibición Alternativa enmarcado en la séptima Muestra de Cine y Cultura de la Vera. Eloísa ejerce allá de Directora Artística y Diana Castro de coordinaría la producción.

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– ¿Dónde?

– ¿¿!!

«Compañeros de la Escuela de Cine restauraron la película 'Antuca' de la cineasta peruana María Barea. Nos dimos cuenta entonces de que hasta el mismo formato era una forma de discriminar el cine libre y el hecho por mujeres»

– ¿Dónde está Jarandilla?

– Cáceres. 2.845 habitantes. Rodeada de pueblos que no tendrán más de 500. Jarandilla tiene cineclub. Hablando en un anterior encuentro con Miriam Martín, que había programado cine en una casa okupada y autogestionada, se dieron cuenta de que se podía hacer una programación a la carta , con películas propuestas y discutidas por los socios y los espectadores. Implantaron la idea y hoy notan que de esa manera Jarandilla siente que el cineclub es más suyo porque algunas películas la eligen ellos y ellas. Miriam estuvo, como hemos dicho, en un festival anterior pero las invitadas de este año son también muy interesantes.

– Decidme con quiénes charlaréis del 24 al 27 de julio bajo un árbol en La Vera.

– Con Isabel Seguí, por ejemplo, historiadora cinematográfica especializada en el cine peruano y boliviano. Con Tzutzumatzin Soto, una luchadora por la conservación y al mismo tiempo el acceso de la gente al material audiovisual mexicano. Uno de sus logros ha sido el rescate de las películas de Elvira y Teófila Palafox.

– No conozco.

– Ellas fueron en 1985 las primeras mujeres indígenas mexicanas en coger una cámara y filmar tres cortometrajes tras participar en talleres guiados por Luis Lupone, un grande del documental etnográfico. También charlaremos en Jarandilla con Beli Martínez, doctora en Comunicación Audiovisual y productora de cine gallega. Y con más gente, Bárbara Guerrero, Carla Amaro...

– El reparto luce espléndido. ¿Cómo conseguís contactos tan interesantes?

– Acaso tendríamos que hablar del momento en que Kauri Ximon Jauregui Arias, Julio Cesar Gonzales Oviedo , Daniel Ángeles Hernandez, Luis Juarez Pineda, compañeros de la escuela decidieron restaurar una película peruana de 1992, 'Antuca'.

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– He visto que hay una copia en YouTube pero no controlo ese título.

– Es de María Barea, directora de cine ítalo-peruana, productora y realizadora de largometrajes y documentales sobre la mujer peruana. Feminista. Muy política. Esta película suya muestra la vida de las mujeres andinas que van a servir como empleadas de hogar a Lima. Había que restaurarla porque se rodó en las condiciones que se rodó, en 16 mm y porque, arrinconada por la Ley de la Cinematografía, no se guardó de forma óptima pues en Perú no hay ni Cinemateca ni Filmoteca ni buenos archivos.

– ¿De qué ley de cine hablamos?

– Fueron años duros los 90 en Perú. La ley encontró una forma de acallar a los disidentes. Decía que solo se protegía y se permitía el cine rodado en 35 mm. Comprenderás que el más militante y rebelde se filmaba en formatos más pequeños y baratos. Fue entonces cuando nos empezamos a dar cuenta de que eso, el formato, era una traba más para el trabajo fílmico de las mujeres.

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– ¿Por lo mismo que durante mucho tiempo tampoco compusimos óperas, sinfonías, grandes conciertos? ¿Porque solo teníamos acceso a pequeñas composiciones, canciones, sonatas, algún nocturno?

– Exacto. Solo disponíamos de formatos periféricos. Nadie arriesgaba con nosotras un 35, un 70. Ni ponían una orquesta a tu disposición. La misma Josefina Molina ('Vera, un cuento cruel') no fue elegida para una ¡muestra de cine hecho por mujeres! por no rodar en 35... Todo eso nos llevó a pensar y discutir mucho en la Escuela. Ya no se trata solo de restaurar y conservar. Se trata de, con toda la tecnología disponible, hacer copias de acceso libre para que el público pueda ver las joyas recuperadas. De eso hablamos una vez en Jarandilla con Silvia Das Fas que en el Alentejo tiene un festival rural impresionante llamado, fíjate, Cinema Fulgor. Hablamos de que si queremos programar cine bien hemos de lograr que cada proyección tenga su público y cada público, su formar de llegar a esa proyección. 'Antuca' ha sido vista en el Barbicane y en Berlín pero también en una sesión organizada aquí con la colaboración de la Asociación de empleadas de hogar de Euskadi.

– Y repito la pregunta, ¿de todo eso se habla en Jarandilla?

– Hay momentos muy académicos y otros muy populares, humanos, familiares, muy de verano Y hay un bus que nos lleva. Y películas. Algunas tardes nos reunimos hasta 300 espectadores.

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