Irati actúa con la máquina, la aguja, de tatuadora sobre una de sus obras de dibujante de línea limpia. G. ESTRADA

Ciudadanos | Irati Guarretxena San Damián

«Tiempo y producción forman el cóctel Molotov que abrasa la creación»

Herirá dulce tu piel en el subsuelo de la calle Hernani porque es tatuadora

Begoña del Teso

San Sebastián

Jueves, 6 de junio 2024, 08:22

En otros tiempos tuvo marca de ropa propia, letitare (todo minúsculas) porque ella, que pensó en estudiar Bellas Artes, acabó licenciándose en diseño de moda ... en la escuela Llotja de Barcelona. Letitare trabajaba con linos, algodones, sedas, con tejidos nobles. Jone Laspiur lució un vestido creado por Irati Guarretxena San Damián en el estreno oficial de 'Akelarre' y 'Ane' en el Zinemaldia. De cómo esa diseñadora de moda se convirtió con el tiempo en tatuadora y abrió Titare, salón/taller/gabinete de las maravillas en las galerías de Hernani 7 hablamos la mañana del lunes.

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– No la conocías, ¿eh?

– No, nunca había oído cantar a Concha Piquer 'Tatuaje'. Es muy hermosa la canción. Cuando la hemos buscado en YouTube (amo YouTube, pura maravilla donde la gente se muestra dispuesta a enseñarte todo lo que sabe) he visto que está compuesta y escrita por grandes de la copla, Quiroga, León y Xandro Valerio...

– ...'Él vino en un barco de nombre extranjero (...) Era hermoso y rubio como la cerveza...

– (...)El pecho tatuado con un corazón. En su voz amarga había la tristeza doliente y cansada del acordeón (...) Mira mi brazo tatuado con este nombre de mujer. Es el recuerdo del pasado que nunca más ha de volver (...).

– Tras dejar en los labios de la mujer que canta ese tango un 'beso de amante que yo le pedí', el marinero embarca de nuevo. Ella lo busca de mostrador en mostrador y reclama o solloza por los tugurios...

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–... 'Escúchame, marinero y dime qué sabes de él. Era gallardo y altanero y era más rubio que la miel. Mira su nombre de extranjero escrito aquí, sobre mi piel. Si te lo encuentras, marinero dile que yo muero por él'.

«El tatuaje tiene que ser algo íntimo, romántico. A pesar de su aura taleguera. Eterno, es lo contrario de la moda, siempre tan efímera»

– Emociona ¿verdad?

– Mucho y además para mí, tatuadora, expresa lo que ha de ser un tatuaje: íntimo, romántico.Y también, sí, de acuerdo, algo canalla, taleguero. Me gustan los tatuajes de 'amor de madre' o de anclas hechos con punzón y tinta de boli. La canción (de)muestra también la eternidad del tatuaje. 'Es el recuerdo del pasado que nunca más ha de volver . Ella me quiso y me ha olvidado, en cambio yo no la olvidé y para siempre voy marcado con este nombre de mujer'. Me fascina que el tatuaje sea imborrable, que no muera cuando tú mueres. De hecho, me encanta ese contraste total con la moda.

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– ¿¿?! Explica eso.

– La moda es cada vez más 'fast fashion', ultra ultra rápida. Inditex y otros gigantes marcan los tiempos de las temporadas, de las colecciones. La ropa se consume ya antes incluso que en los periodos de primavera-verano y otoño-invierno. Prendas, colores, patrones que no duran un mes, una semana en los escaparates. Creo que soy tatuadora por romper con el horror de no poder crear nada que durase lo que de hecho tendría que durar algo trabajado en buen tejido, bien patronado y cortado; bien soñado.

– Has dado un buen titular para esta página. Huele a alcohol, gasolina y llama. ¿Te quemaste?

– Diría que sí. Cuando diseñas eres feliz, muy feliz. Pero lo que estamos comentando, tanto el apremio del tiempo como las condiciones de producción, cuando la industria ha devorado a los pequeños talleres que estaban dispuestos a trabajar con colecciones pequeñas. Los que quedan pertenecen a mujeres ya mayores... sin relevo generacional. Eso acaba por abrasarte.

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– Suena doloroso.

– Lo fue pero decidí reinventarme. En algo que me llenase. Siempre he dibujado. Siempre. Soy de línea limpia, clara, trazo de lápiz. Pensé ¿por qué no cambiar papel, tela, lienzo por piel? No sabía yo mucho sobre ella. Cuando hice el preceptivo curso higiénico sanitario me enteré de que era un órgano. El más grande que tenemos. Cuando ya me fui transformando en tatuadora descubrí que no hay dos pieles iguales, que te hablan cuando estás con la aguja, que cada una es un mundo.

– ¿Autodidacta?

– Y algo 'oteizana'.

– Significando lo uno y lo otro...

– Autodidacta, que he buscado y encontrado en las redes, en los trabajos de grandes tatuadores. Lo de 'oteizana' viene, claro, por Oteiza porque cuando (te) haces un tatuaje también estás creando, alrededor, un 'vacío'.

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– Has dicho '(te) haces'. ¿Quiere decir eso que te has tatuado a ti misma, que usaste tu piel?

– Ajá. Usé mi piel como campo de pruebas. Pero empecé como todos, sobre naranjas, limones y plátanos. También sobre pieles de cerdo. ¿Sabes? La transición de diseñadora, y costurera a tatuadora fue muy lógica, simple.

– ¿Tú crees?

– Lo creo, sí. Cambié las agujas de medidas 70/10, 80/12, 100/16, 110/18, 120/20, de las máquinas de coser por las agujas de acero inoxidable, tantas veces quirúrgico, de la máquina de tatuar. Cambié el hilo por la tinta pero, quieras que no, tanto las unas como las otras suben y bajan, suben y bajan, suben y... Sobre la tela. La piel.

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–He visto un trabajo tuyo que serpentea entre los pechos y el escote de una mujer...

– El papel, la tela son planos. El cuerpo tiene huecos, hondonadas, colinas, curvas. Y marcan, muchas veces, el trazado de tu aguja.

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