Ciudadanos | Markel Sainz Ansa
«Subo libre al escenario y afronto transmitir eso que me atraviesa»Alguien voló muy alto sobre el nido del cuco y leyó 'El acto de crear, una manera de ser'
De la calle Trueba con Secundino Esnaola. Alumno que fue de la ikastola Zurriola y de Tecnun, donde se hizo ingeniero. Empezó en el teatro ... con 8, quizás 9 años. Aún le impresiona la pasión que había en las aulas de la calle Indianoene, no tan lejos de Rodil, por la actuación, por la escena. Con 17 le cogieron para ser uno de los protagonistas de 'Go!azen' y descubrió no solo la televisión sino que todo esto podía ser una profesión. Que había una industria detrás. No la rechaza. Le apetece formar parte de ella. Acaba de volver de Madrid. De un curso intenso e intensivo de interpretación ante la cámara.
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– Sé que has tenido grandes maestros. Y mejores guías.
– La última, Carmen Rico, en Madrid, en ese curso de interpretación ante la cámara. Ella me ha ayudado a poder jugar con la ira activa. No es fácil. Asumes más la pasiva, la que te hace daño. Pero hay unos atavismos sociales, unas creencias instintivas que te llevan a rechazar la otra. Sin embargo la rabia es necesaria. Para crecer. Como actor y como persona. No olvides que el título del libro que estoy leyendo, es 'El acto de crear, una manera de ser'. Se trata de una propuesta para el autoconocimiento escrita por Rick Rubin, que ha sido productor musical de Mick Jagger o Johnny Cash. Me ayuda mucho porque yo me siento actualmente en un proceso de autodefinición. Como persona, como actor, como, tal vez, guionista, dramaturgo.
«Estoy de acuerdo con la vieja frase de que no hay papeles pequeños. Recuerdo cada uno de mis personajes en el taller de teatro de Zurriola ikastola. Estoy orgulloso de 'Go!Azen. Espero ilusionado el estreno de la película 'El talento' y disfruté de la escena que rodé con Pedro Casablanc para una serie de Netflix»
– Marga Altolaguirre, Anartz Zuazua, Fernando Mikelajauregi...
– Imprescindibles. El estudio laboratorio de Marga, en Herrera, es para mí un faro. Quizás porque en ese territorio la interpretación no se aprende, se encarna. Entré como alumno, pero algo debió ver Marga y al tiempo me puso a dar clases. Anartz, con el que hice 'Alí Babá y los 40 ladrones' me hizo ver que el arte era también una industria. Y me gustó ser parte de ella. Hicimos podcasts para EITB mientras tomaba clases de canto y baile. Ahora voy a estudiar contemporáneo. Probablemente en Studio 84. Fernando Mikelajauregi piensa que llegaré lejos. Coincidimos en el grupo de aficionados de raza Teatro Nueve. Representamos 'Alguien voló sobre el nido del cuco'. Fernando me inspira. Su voz, su mirada. Me gusta cuando algo, alguien, me inspira. Me detengo y lo escribo.
– Bien hecho.
– No del todo.
–¿Por?
– Porque no produzco.
– ¿Qué quieres decir con eso?
– Que lo escribo pero no lo convierto en un texto dramático, en un monólogo, en algo que pueda dar el salto a las tablas, a un club, ante la cámara.
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– Ya llegará. ¿Hablamos mientras de tu conexión con Gaztetxo, Antzerki Eskola? Son grandes en la producción de musicales.
– Estamos haciendo 'The Wiz' (¿Recordáis la película con Diana Ross y Michael Jackson?) y preparando 'Bring It On'.
– ¿De quién es la película 'El talento' que estrenas el 5 de septiembre?
– De Polo Menárguez. Con guion de Fernando León de Aranoa. Sobre una novela de Arthur Schnitzler. Otra de sus 'nouvelles'...
– ...Lo sé, le sirvió de insipración a Kubrick para 'Eyes Wide Shut'. Vas rápido pero no parece que tengas prisa.
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– No. Me interesa todo el proceso de la creación. Me puedo y me quiero sentir también dramaturgo. Dentro de nada comenzaré un curso de escritura dramática en la ESAD, la Escuela Superior de Arte Dramático. Creo que ya lo he dicho, disfruto de todos los momentos del proceso creativo. Hay gente que se frusta porque no alcanza de buenas a primeras un papel de protagonista. Yo no quiero frustarme. El teatro es algo que me atraviesa. Una fuerza, una voluntad, una fe. Una forma no ya de vivir sino de estar vivo, de ser.
– Se intuye en el titular.
– En el escenario eres libre y te sientes fuerte, lleno de la voluntad de transmitir eso, ese algo indefinible que te atraviesa. Actuar es también un acto de amor porque quieres compartir con el público esa sensación de poder . Habrá quien haya sentido algo parecido alguna vez pero otros no. Y para eso(s) estoy yo ahí.
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– Hemos hablado del acto creativo. Del relámpago que te atraviesa. De amor y voluntad pero la industria que utiliza a actores, directores o dramaturgos es cruel y ávida. Casi más que la que emplea a ingenieros. ¿Te lo has pensado?
– Lo hago continuamente. Sé que actuar es algo más que transitar entre emociones. Sé que hay que pasar castings, ir a audiciones, afrontar que no te escojan para un papel. O para dos. Pero pienso que no puedo ni quiero quedarme en una torre de marfil. Hay que ir hacia adelante de la mano de la industria pero sin permitir que te degarre el brazo.
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–¿Aún te sientes ingeniero?
– Sí, claro. Cuando todas las piezas de tu trabajo actoral, de tu preparación, de tu inspiración, encajan como en un mecanismo perfecto, 'clac, clac, clac'.
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