«Espero no volver a vivir una galerna»

Antes que técnico, Soler se considera a sí mismo un «forofo» de la pirotecnia y como tal conoce bien la Semana Grande donostiarra. «Es una de las fiestas más importantes de España», dice, y añade que todo vasco debe estar «muy orgulloso» de tener espectáculos como el de estas fiestas: «Poder ser el cierre de un concurso como el de Semana Grande es un privilegio, una de esas ocasiones con la que sueñas desde pequeño».

Vulcano se ha consolidado en Donostia como una de las pirotecnias más habituales y uno de los motivos por los que deciden seguir asistiendo, tal y como afirma Juanjo, es el público. «Los guipuzcoanos son personas muy agradecidas con los fuegos artificiales y saben apreciar una buena colección, pero también son exigentes con algunos elementos clásicos que tenemos que tener en cuenta». Algunos de ellos son, por ejemplo, la traca final o las palmeras.

Entre su palmarés se encuentran ya la Concha de Bronce y la Concha de Plata, que ganaron en 2014 y 2019, pero aún hay un premio que se les resiste y que desean conseguir este año. «Tenemos la espinita clavada de ganar la Concha de Oro, porque es el único premio que nos queda y el que más ilusión nos haría ganar y creo que tenemos una colección que puede hacerlo».

Para Soler ganar este premio va más allá del ámbito económico. Conseguirlo les permitiría afianzarse en el mercado y llegar a más personas. «El hecho de que tengas la Concha de Oro es muy importante para mantenerse en la cresta de la ola en este mundillo. Su prestigio es sinónimo de ser una de las mejores empresas pirotécnicas de todo el país».

De hecho, para él la Semana Grande donostiarra tiene un elemento que las diferencia de las demás fiestas donde hay pirotecnia. «En Donostia se da una competición que actualmente no existe en ningún otro sitio, ni siquiera en Valencia».

La forma en la que viven la Semana Grande los pirotécnicos como Juanjo Soler es muy diferente a cómo la puede vivir cualquier otra persona. «En un equipo pirotécnico la Semana Grande se vive desde dentro y apenas tienes tiempo para disfrutarla desde fuera». Explica que «muy poca gente» conoce la burocracia que hay en torno a los fuegos artificiales, además del tiempo que lleva preparar una colección.

Aun así, para él una de las mejores cosas que tiene formar parte de un espectáculo pirotécnico son las anécdotas que se pueden llegar a vivir desde dentro. Una de ellas ocurrió en 2019, cuando le tocó vivir una galerna unas horas antes de empezar con el espectáculo. «Cuando nos lo dijeron pensábamos que estaban exagerando, pero luego nos dimos cuenta que nada más lejos de la realidad. Todo salió volando», relata el pirotécnico.

Aunque lo recuerde como una anécdota divertida, el técnico lo vivió con muchos nervios. «Es algo que si no lo vives, es imposible que lo entiendas. Espero no volver a estar en algo así, no se lo deseo ni a mi peor enemigo». No obstante, ese trance acabó bien. Ganaron la Concha de Plata.