Imagen actualizada de la estación soterrada Amara-Easo.
Obras en San Sebastián

El remate de la estación de Easo acerca la puesta en servicio del nuevo Topo, prevista para 2026

Las obras de la pasante de Donostia esperan acabarse en la primera mitad del año, tras lo que vendrán unos meses de pruebas antes de inaugurar la línea bajo La Concha

Miguel Ángel Mata

San Sebastián

Domingo, 24 de agosto 2025

El mes que está cerca de concluir es el último o penúltimo agosto con el servicio del Topo de Euskotren como se conoce. Las obras de la línea que recorrerá el centro de San Sebastián por su subsuelo a modo de metro y que enlazará la estación de Lugaritz con la de Anoeta mediante un nuevo recorrido subterráneo por Benta Berri/Universidades, Centro/La Concha y una nueva estación soterrada en Amara-Easo, avanzan con paso firme y a la vuelta de las vacaciones tendrán lugar varios hitos que permitirán a los futuros usuarios visualizar que la puesta en marcha del nuevo Topo está cada vez más cerca.

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De hecho, la previsión es que la obra civil finalice a lo largo de la primera mitad del año que viene. Todavía habrá que esperar unos meses para inaugurar la nueva ruta, pues con los trabajos concluidos habrá que llevar a cabo a continuación las pruebas pertinentes para garantizar que el servicio se presta sin problemas y con todas las garantías. Se producirán marchas 'en blanco' (circulaciones de prueba de los trenes para garantizar la seguridad y fiabilidad de la línea, así como los tiempos de viaje antes de transportar pasajeros), se formará a los maquinistas, y se sucederán todos los ensayos, comprobaciones y ajustes habituales antes de estrenar un servicio de esta trascendencia, llamado a triplicar la cifra de usuarios del Topo, hasta alcanzar en 2030 los 7,2 millones de pasajeros al año entre las tres nuevas paradas, según las previsiones del Gobierno Vasco.

Plaza Zubiri y estación de Easo

Bajo tierra, lo más inmediato será el remate de la estación de Amara-Easo, que ya está prácticamente finalizada. Fuentes de Euskal Trenbide Sarea (ETS), la entidad pública dependiente del departamento vasco de Movilidad Sostenible encargada de la construcción, mantenimiento y gestión de las infraestructuras ferroviarias que utilizan los trenes de Euskotren, explican que este apeadero está ya «prácticamente terminado». Como se observa en las fotografías que acompañan esta información, la estación ya ofrece la imagen básica que se encontrarán los pasajeros, y los trabajos se centran en estos momentos en «la instalación de los sistemas de iluminación y antiincendios». Respecto a los accesos, ya están colocados los pasillos mecánicos rodantes que transportarán a los viajeros desde el acceso de la calle Autonomía hasta la plataforma de la estación, y se están disponiendo ya los edículos (cajas acristaladas) que acogerán los ascensores.

En superficie, el hito más inminente será el fin de la urbanización de la plaza Zubiri (frente al Hotel de Londres) «a finales de septiembre», tras casi ocho años de obras.

Un poco antes de que acaben los trabajos de reurbanización en ese punto, a principios de mes comenzará el montaje de la estructura metálica que soportará el ascensor en San Roque que bajará hasta la estación de Easo. Las fuentes de ETS avanzan que será una actuación «muy visible», porque cuando llegue la hora de colocar el dintel «hará falta una grúa de 500 toneladas». La instalación de esta estructura para el elevador llevará «varios meses» y la previsión es que esta tarea finalice «a finales de año o comienzos de 2026».

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Estación de La Concha

También en septiembre se colocarán ya, en el entorno del Buen Pastor, las escaleras mecánicas que conectarán la estación de La Concha con la calle Loiola. En este momento se están colocando en ese punto los paneles de acero vitifricado que embellecerán el pasadizo.

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Con la estación de Benta Berri terminada hace tres años y la de Easo a punto de ser rematada, donde queda más faena es en la de La Concha. En este punto ya han concluido las fases más complicadas, como son la perforación de los túneles de acceso y la excavación de la caverna donde se situará el apeadero. En estos momentos se está procediendo al revestimiento del habitáculo de la estación con el hormigón definitivo, sobre el que más adelante se adosarán los paneles embellecedores y se montarán el resto de instalaciones técnicas.

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En el llamado tramo 1 de la pasante (Lugaritz-Miraconcha), la obra civil finalizó hace ya un par de años. En este segmento de 2,14 kilómetros ya están instaladas las vías (salvo un trecho de 200 metros para facilitar la circulación de los equipos que trabajan en la obra) y en estos momentos se acomete la instalación de los sistemas de iluminación y contra incendios en la estación de Benta Berri, así como de los soportes de la catenaria y los cuadros técnicos, elementos que permiten la circulación de los trenes. Solo quedaría para más adelante la colocación de las señales, de los sistemas de comunicación, y las ventilaciones de emergencia.

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Cuando las obras terminen dentro de unos meses, atrás habrán quedado ocho años de trabajos que han alterado el día a día de donostiarras y visitantes. La excavación comenzó en 2017 y vivió un momento crítico en 2020, cuando la aparición de un socavón en la calle Zubieta obligó a parar la obra durante casi dos años, hasta mediados de 2022. Este imprevisto ha sido el principal factor que explica el retraso del proyecto sobre los planes iniciales.

Pero el momento en el que los estudiantes puedan llegar en tren a la Universidad y cualquier ciudadano hasta La Concha está ya muy cerca. Si el Tren de Alta Velocidad (TAV) se presenta como una revolución en la relación de Gipuzkoa con el resto de Euskadi y España al acercar el territorio al resto de provincias, la variante subterránea de Donostia constituirá una transformación histórica en clave interna guipuzcoana. Y de mayor alcance, pues serán muchos más los usuarios del Topo que los del TAV.

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Más trenes y pasajeros

Este túnel de doble sentido, junto con la también nueva línea entre Altza y Galtzaraborda, cuyas obras encaran también su última fase y culminarán pocos meses después que las de Donostia, permitirá doblar las frecuencias actuales del Topo, a un tren cada 7,5 minutos en las líneas con mayor demanda, al eliminar el 'culo de saco' que representa actualmente la estación de Easo.

Pero su importancia no se limita a los usuarios actuales de Euskotren. El nuevo servicio augura una multiplicación en el número de viajeros de tren. Una proyección realizada en 2022 por la Autoridad Territorial del Transporte de Gipuzkoa (ATTG), el consorcio que agrupa a los medios de transporte de la red Mugi, prevé que Euskotren gane 30.455 viajes diarios en Gipuzkoa por la mejora de su infraestructura y el aumento de frecuencias.

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Un estudio más reciente estima que de cara a 2030, las tres estaciones soterradas con las que contará la variante donostiarra -Easo/Amara, Centro-La Concha y Benta Berri- prácticamente triplicarán el actual flujo de viajeros que recibe la estación de Easo. Si hoy la terminal de Easo recibe a 2,8 millones de usuarios al año, la previsión del Gobierno Vasco es que «solamente las tres nuevas estaciones que se están construyendo en Donostia atraigan a 7,2 millones de viajeros al año».

La demanda estimada para 2030 en la línea Hendaia-Zarautz ronda los 23,5 millones de viajes anuales, de los que 9,9 millones corresponderían a la pasante soterrada de Donostia y al futuro intercambiador de Riberas de Loiola.

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