La Guardia Municipal pone las primeras multas a caravanistas por aparcar de noche en Sagüés

Según explican fuentes municipales, la Guardia Municipal hace rondas en diferentes franjas horarias entre las 21 y las 9 horas, que es cuando rige la limitación de aparcamiento, e informa a los propietarios de los vehículos de que deben abandonar el lugar. Si durante el control no hay nadie en el interior, como el caso registrado en Sagüés, se procede a tramitar la denuncia. Las mismas fuentes advierten de que también se multará a quienes se nieguen a sacar sus vehículos de la zona de exclusión o a aquellos que hagan vida de camping, en aplicación de la ordenanza de Civismo.

En Sagüés hace ya dos semanas que se ha pasado de la fase informativa de los primeros días a la interposición de sanciones. La pasada semana, por ejemplo, se dieron once avisos de desalojo, sin que se formalizara ninguna multa. La mayoría de los interpelados eran extranjeros.

En el Paseo Nuevo y el paseo de Salamanca, la prohibición de estacionar en horario nocturno entró en vigor el martes y, de momento, hasta el próximo martes no se procederá a sancionar a los infractores, un periodo de gracia de siete días que también se aplicó en Sagüés. En la primera noche de prohibición fueron seis las 'campers' desalojadas del lugar.

Con esta medida, el departamento de Movilidad quiere impedir que las autocaravanas acampen en la calle, principalmente en la línea de costa. Por ello, y mientras se redacta la modificación de la ordenanza de la OTA que regulará esta práctica, se ha puesto en marcha esta fórmula por la que solo los residentes podrán estacionar por las noches. Saltarse la orden puede acarrear una sanción de 90 euros, la misma cuantía que por aparcar mal en cualquier zona OTA.

La restricción se extenderá la próxima semana al paseo Eduardo Chillida y la avenida de Satrustegi en Ondarreta y la avenida de Zurriola, con lo que se completará el mapa de aparcamiento limitado anunciado por el Ayuntamiento. Estos días se procede a pintar las líneas y colocar las señales verticales en estos tres puntos. Como en Sagüés y el Paseo Nuevo, la primera semana se notificará a los conductores la nueva normativa y a partir de la segunda se sancionará a quienes no la cumplan.

Aunque las ordenanzas municipales son claras respecto a lo que se puede y no se puede hacer dentro de una autocaravana, 'camper' o similar, en los últimos años la proliferación de este tipo de turismo y la falta de control sobre su actividad ha provocado el malestar de los vecinos que residen en las calles y zonas preferidas por los caravanistas.

El artículo 34 de la ordenanza de Civismo establece que «no se podrá acampar, instalar tiendas de campaña o vehículos a tal efecto habilitados en terrenos públicos o privados que carezcan de autorización para ello». También especifica que «no se podrá cocinar o desplegar sillas y mesas en la vía pública». En la práctica, se entiende por acampar abrir cualquier extensión que exceda del volumen del vehículo, ya sean avances, toldos o ventanas abatibles. Sí se puede dormir dentro de la caravana, aunque no en las zonas ahora restringidas.

En el mismo artículo se advierte de que «los agentes de la autoridad requerirán a los propietarios o usuarios de las tiendas de campaña, vehículos o de cualquier tipo de material que ocupe indebidamente la vía pública, para que desistan de su actitud, sin perjuicio de efectuar la denuncia correspondiente. En caso de negativa o de imposibilidad de localizar a los propietarios o usuarios, los agentes podrán articular los medios necesarios para la retirada inmediata de los mismos, corriendo los propietarios con los gastos que se originen». El incumplimiento de este artículo se considera infracción leve y se castiga con una multa de 50 a 200 euros.

Los caravanistas solo pueden acampar en los recintos acondicionados a tal fin, si bien es cierto que la oferta de plazas existente en la ciudad es insuficiente. Se confía en que alivie este problema el camping de autocaravanas de Oriamendi, un proyecto que lleva más de una década dando vueltas por los despachos de Ijentea y que no será una realidad hasta el verano de 2024, en el mejor de los supuestos.

El camping se llamará Sanse Eco Lodge y se desarrollará sobre 43.000 metros cuadrados de terreno con acceso desde el camino de Goiaztxiki. El establecimiento se desarrollará hacia el sur y dispondrá de 109 parcelas mixtas o premium con cafetería, restaurante, gimnasio, sala de ocio, supermercado, vestuarios y duchas. Hasta entonces, el estacionamiento de Berio (44 plazas) y los campings de Igeldo e Igara son los únicos espacios habilitados para un segmento turístico en auge desde la pandemia.