Alessia es relaciones públicas y produce no eventos, sino acontecimientos. BORJA LUNA

Ciudadanos | Alessia Goddess

«Tengo muchos personajes dentro pero ser, soy Venus renacida y mujer trans»

Con sus pechos recién puestos, su paganismo y su pasión por Lagerfeld y Balenciaga

Begoña del Teso

San Sebastián

Viernes, 25 de julio 2025, 06:24

Su instagram lo deja cristalino desde el principio pues estas son sus consignas: 'Moda, arte y revolución; 'Bella se hace, no se nace'; 'Soy mi ... obra más oscura'. 22 años. Su mundo es el de las relaciones públicas, el comisariado o, la producción y no ya de eventos sino de acontecimientos. Estudió Gestoría, por eso de tener una profesión 'normalizada'. Le está viniendo bien para todas las tareas que está asumiendo. Incluida revisitar 'El nacimiento de Venus', la obra de Boticelli. Ama los elefantes con patas de jirafa del Castillo de Gala en Púbol y el cuadro de los tigres de Dalí. Acaba de llegar de Sicilia. Y de la playa. Con una amiga. Vive encima del mítico bar Tetuán. Enfrente de la galería La Inversa y del kebab de Virgen del Carmen.

Publicidad

– Tus pechos han cicatrizado bien y son hermosos y delicados. ¿Te llamo mujer o te sigo llamando 'mujer trans'?

– Antes de contestarte te confieso una cosa, me gustan mis pechos de ahora pero echo de menos mis pechitos de niña.

«Ni el feminismo ni el mundo queer ni el movimiento LGTBI+ saben muy bien qué hacer con nosotras. A veces en el Orgullo quieren que nos represente... ¡un travesti disfrazado! Dentro y fuera del armario hay estereotipos y gente que hipersexualiza a otra gente»

– Nos ha pasado a casi todas, daba un poco de miedo cuando empezaban a crecer... Contéstame ya a lo de 'mujer' o 'mujer trans'.

– Siempre seré y me consideraré mujer trans. Sobre todo como homenaje a todas aquellas que se han quedado en el camino, que no lo han logrado. Recuerdo a una especialmente. Era mexicana y su transformación estaba muy al principio de todo. Tenía barba. Olvidé su nombre pero jamás que nos hicimos compañía en un after. Ni que me invitó a cenar una ensalada y macarrones. Que me dijo que siguiera hasta ser yo misma. No olvidaré nunca que al poco se suicidó. Por ella y por otras tantas, soy y seré, siempre, una mujer trans. Además, mantengo mi pene, mi 'caparazón'. Está bien así. Muchas de nosotras trastocamos no solo la idea de lo que para la 'sociedad' son una mujer y un hombre sino incluso el concepto que al respecto puede tener el movimiento LGTBI+. Por todo eso me apetece muchísimo revisitar un día el cuadro de Boticelli...

– El nacimiento de Venus. La diosa de la belleza llega a la orilla de Chipre llevada por los vientos. Ha nacido de la espuma del mar. Está de pie, hermosa y desnuda en una concha gigantesca. Se tapa el sexo con su larga melena...

Publicidad

– Yo sería Venus. La Venus renacida. La Venus construida (por ella misma). Yo también estaría desnuda. Yo también mostraría mis pechos. Y mi sexo. Mi sexo masculino estaría ahí. Y yo diría ¡Miradme. Esta soy yo. Tengo 22 años, Soy Venus. Soy bruja. Soy pagana. Soy mujer, mujer trans. Acaso algunos pensasteis que me habíais destruido pero solo me pude construir (yo) después de haber sido destruida (por vosotros).

– Vaya con la diosa que además se siente bruja. ¿Por qué?

– Muy sencillo porque ha habido quien me ha negado poder serlo. No me admitían porque no tenía vagina, no tenía ovarios, no podía crear vida. No renuncié a ello. No hace falta nada de eso para sentir las fuerzas de la naturaleza. Y dominarlas.

Publicidad

– Brava sí que eres.

– Me han usado como a un cenicero y en unos carnavales en el voladizo de La Concha me quisieron quitar mi disfraz de boxeadora. Me defendí a golpes.

– ¿Con los puños?

– No. Me quité un zapato, a taconazos.

– A veces no hay mejor arma que un stiletto.

– Y que lo digas. Además los dejé K.O., me rompieron la ropa pero se encontraron con una sorpresa, debajo del disfraz estaba yo.

– Que eres, según tu instagram, tu obra más oscura. ¿También la más perfecta?

Publicidad

– Oscura porque he sido punk y he sido gótica. ¿Perfecta? Por supuesto. Porque soy imperfecta. Y en la tremenda imperfección está, precisamente, lo perfecto.

– ¿Supiste pronto que eras una chica trans?

– No. Supe que era distinta. No conocí la palabra 'trans' hasta que mis padres y yo hablamos con la psicóloga, hasta que fuimos a Gehitu y allí la escribieron, 'trans'. Entonces empecé a crear mi obra: yo.

Publicidad

– No estás hipersexualizada, no eres excesiva (excepto cuando no eres tú sino tus personajes, cuando se hace la noche). ¿Es esa la opción de las mujeres trans del XXI?

– Lo normativo (también hay mucho de eso en el mundo queer, no creas) creó la idea de que para ser mujer tenías que serlo con exceso y exageración. Yo no quiero. ¿Cómo iba a gustarme eso si admiro a seres tan exquisitos como Balenciaga o Karl Lagerfeld? Yo solo me desparramo cuando estoy en un videojuego. Me gustan los de mundos abiertos donde inteactúas libremente con tu entorno virtual y asumes muchas misiones y personajes.

– Hemos hablado de poliamor.

– Mejor sin llamarlo de ninguna manera: no ser de nadie, no pertenecer a nadie. Elegir tú con quién, cuándo y para qué.

– Quieres dejar huella.

– Profunda. Que se note que he estado, he pasado. Sé que ya soy referencia. Quiero ser inspiración.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad