La parroquia del Antiguo alquila el local usado por Auskalo para pagar una deuda de 600.000 euros

Desde la parroquia, indican que la comunidad de San Sebastián Mártir, «gracias a la generosidad de los fieles, afronta con esfuerzo sus gastos ordinarios, pero para amortizar la deuda con el banco, hemos acudido al Obispado en busca de una solución».

Y según indica, la Diócesis de San Sebastián fue clara «dadas las circunstancias actuales». Para hacer frente a sus responsabilidades económicas, «la comunidad cristiana se ve en la necesidad de dar una nueva solución a sus locales de acuerdo a los valores y a la Misión pastoral de la Iglesia». Y añade que es «deber» de todas las instituciones eclesiales gestionar bien su patrimonio y garantizar en la medida de lo posible su sostenibilidad «en vistas a la realización de su Misión».

Tal y como reconoció el miércoles en este periódico Amaia Etxeberria, coordinadora del grupo de tiempo libre Auskalo, la iglesia comunicó esta situación hace dos años a esta asociación sin ánimo de lucro que ofrece desde hace 34 años de manera voluntaria «alternativas de ocio abiertas, plurales y saludables» a jóvenes de 12 a 18 años. Auskalo trabaja este curso con 120 chicos y chicas, repartidos en 6 grupos, a través de la labor de 24 monitores.

«Les fue comunicada al grupo de tiempo libre la situación de la parroquia y la necesidad de ir buscando, en un tiempo prudente, una alternativa para realizar sus actividades en otros locales, dado que la parroquia necesitaría disponer de ellos en un próximo futuro», señalan desde el Obispado. Añaden que el grupo «agradeció» entonces la «generosidad» de la parroquia y este aviso, que les permitía un tiempo suficiente para buscar otras opciones en las que poder seguir realizando sus actividades.

El Obispado reconoce en su comunicado la labor socioeducativa que Auskalo ha realizado durante toda su trayectoria. Un recorrido que la Diócesis sitúa hace tres décadas. Especifica que «hace 12 años, el antiguo grupo parroquial de tiempo libre cristiano Auskalo, nacido hace 30 años, decidió desvincularse de la parroquia de San Sebastián Mártir modificando para ello sus estatutos. La desvinculación eclesial de dicho grupo venía larvándose desde tiempo atrás. Esta decisión fue tomada de forma consciente y voluntaria por sus componentes, no sin cierto dolor de la comunidad cristiana», indican.

Desde entonces, muchas vecinas y vecinos del barrio «han agradecido a lo largo de estos años la cesión gratuita de los locales parroquiales». La comunidad cristiana de la parroquia, reconociendo el trabajo que desde entonces ha seguido realizando el grupo, «ha seguido afrontando económicamente los gastos de los locales con mucha generosidad mientras ha sido posible». Hasta el próximo mes de septiembre.

Será entonces cuando el grupo de tiempo libre deberá dejar el local situado en los bajos de la parroquia San Sebastián Mártir. «El párroco nos comunicó que ante los problemas económicos que atraviesa la parroquia van a alquilar el local. Nos pusimos en contacto con el Obispado de San Sebastián y su respuesta ha sido la misma. Debemos abandonar el local y no nos pueden ofrecer ninguna alternativa», resume Etxeberria.

Tras conocer que deben abandonar su actual sede, Auskalo ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para solicitar una reunión. El grupo de tiempo libre quiere hacer partípice al consistorio de la situación en la que se encuentran y quieren conocer las posibilidades que tienen de poder optar a un local municipal en el barrio en el que puedan seguir desarrollando sus actividades. A esa reunión solicitada con el Ayuntamiento acudirán con el respaldo que les ofrecen las firmas de apoyo que están recibiendo de los vecinos del barrio a través de la campaña que activaron el martes por la tarde en la web peticion.es y que replicarán de manera física mañana a las 11.00 horas delante de la iglesia.