La OTA de San Sebastián cumple 35 años
La limitación al estacionamiento en Donostia entró en vigor el 4 de febrero de 1985 en el centro de la ciudad y provocó que las calles quedasen vacías de vehículos
«Los comerciantes del centro de San Sebastián fueron los que más pegas mostraron los primeros meses al servicio de OTA y luego reconocieron que fue una medida acertada», asegura Patxi Beloqui, concejal de movilidad del Ayuntamiento de Donostia desde 1983 hasta 1999 e impulsor de la implantación de este sistema de control de aparcamiento. La capital guipuzcoana fue pionera en el cobro de una tarifa por aparcar el coche en la calle y este martes se cumplen 35 años de una medida que sigue hoy en día vigente. Su éxito se refleja en la expansión que este servicio ha tenido en diferentes barrios de San Sebastián y su puesta en marcha en las localidades más pobladas del territorio, así como en todos los pueblos de la costa guipuzcoana.
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«En 1984 se puso en marcha la OTA en Vitoria, su éxito rotundo nos animó a copiar el sistema y lo aplicamos en el centro de Donostia para regular el aparcamiento», recuerda el exconcejal de movilidad. Una medida que no estuvo exenta de polémica y de agitación social porque tal y como señala el impulsor de este sistema, «Donostia es una ciudad en la que se protesta mucho y sobre todo sobre asuntos de movilidad».
Uno de los 36 vigilantes que el Ayuntamiento de San Sebastián contrató en un primer momento declaraba a El Diario Vasco el mismo día de la implantación del sistema que, «parecía un día de huelga general». La ciudad ofrecía un aspecto inusual: pocos coches circulando, poco ruido, gente caminando y un buen número de sitios donde poder dejar aparcado el vehículo. Algunas calles donde hasta ese día era habitual la doble fila de coches aparecían totalmente vacías. «Habitualmente los lugares donde poder aparcar estaban ocupados desde primeras horas de la mañana, copándolos en su mayoría los trabajadores de las entidades de ahorro, bancarias y de las numerosas oficinas de la zona», destaca el impulsor de la medida.
La OTA obligó a los propietarios de los vehículos a moverlos cada hora y media, además de pagar sesenta pesetas. Esta «limpieza» circulatoria en el centro provocó que en otros barrios como Gros o Amara se intensificase el aparcamiento y se saturaran. Así que aquel primer día de implantación del sistema muchos donostiarras optaron por utilizar el transporte público para desplazarse al centro de San Sebastián. Enrique Isusi, el director de la Compañía del Tranvía señalaba a DV en 1985 que, «los autobuses han circulado más rápido al haber menos coches en la calle, no existir doble fila y no bloquear algunos de los recorridos. Esto beneficia al usuario, ya que realiza los trayectos con más velocidad y tiene que esperar menos tiempo en la parada. Ha sido evidente un pequeño aumento de usuarios».
Las viñetas de la OTA se adquirían en los estancos de la ciudad para poder estacionar el vehículo por espacio de 30,60 y 90 minutos según el cartón. Estos se vendían por 20 pesetas, 40 pesetas y 60 pesetas respectivamente. Los vecinos del centro tuvieron la oportunidad de solicitar su tarjeta de residente en el ayuntamiento desde primeros de enero, pero muchos esperaron hasta el primer día de puesta en marcha del servicio, lo que originó largas colas en las oficinas del consistorio.
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El Ayuntamiento de Donostia tenía previsto implantar este sistema de OTA el 22 de enero pero la gran nevada que tuvo lugar en el mes de enero obligó al consistorio a aplazar la puesta en marcha de la medida hasta el 4 de febrero. En un primer momento, 36 personas se ocuparon del funcionamiento y vigilancia de este sistema de aparcamiento. Para ello se convocó un concurso público al que se presentaron alrededor de 750 personas de las cuales 24 eran vigilantes y 12 trabajadores del servicio de grúa.
Como labor informativa el Ayuntamiento de San Sebastián imprimió 70.000 folletos explicativos, y en prensa y radio se realizaron numerosas campañas informativas.
Precedentes de la OTA
El ayuntamiento intentó años atrás regular el estacionamiento de vehículos en el centro de San Sebastián sin demasiado éxito. El 15 de junio de 1967 entró en funcionamiento la denominada 'Zona Azul', el primer sistema de limitación del aparcamiento establecido en la historia de la capital guipuzcoana. En gran parte del Centro no se podía aparcar más de hora y media.
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El consistorio distribuyó unos discos de cartón para que los conductores indicasen el momento en el que habían estacionado. Se contrataron a doce vigilantes que, tras una semana de tregua, empezaron a poner multas. Pero en aquel tiempo poca gente pagaba las multas, que después no eran reclamadas, el sistema se fue diluyendo y con el tiempo se volvió el aparcar largo tiempo y hasta en doble fila.
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