Al día siguiente de su brillante actuación, Karen (cucharas), Iain (banjo) Alison (baile tradicional) y Amy (violín). Faltan Paul y Roberto. SARA SANTOS

Ciudadanos | Iain Macleod, Amy Geddes (lagunekin)

«Cuando oímos música, todos sentimos lo mismo y movemos los pies igual»

¿Por qué los escoceses bailan el 'pas de basque'?

Begoña del Teso

San Sebastián

Jueves, 24 de julio 2025, 06:42

Cuando en algunos de los locales donde se juntan con tremendísimo éxito les presentaron como una cuadrilla de Birmingham respondieron airados que para nada, por ... más que Iain suela llevar una camiseta de puro sonido Manchester, exactamente una que reproduce una canción del grupo The Fall, 'Yeah, yeah, Industrial State'. Son escoceses. De Edimburgo, de Galloway; de las Tierras Altas o Bajas pero escoceses. Excepto Roberto, el del bandoneón, que es criatura de la América austral. Y no tocan ni bailan en lugares para o con guiris. Por eso el fin de semana lo hicieron en el Urkamendi de Juan de Bilbao, en el Ipotx de Altza y en el Kiskurra de Gros. Y para hacerlo, Alison y Paul llegaron en el vuelo de Ryanair a las seis de la mañana.

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– ¿'Pas de basque'? ¿Me estáis diciendo que algunas de las danzas escocesas que tú Alison, tú Amy y otras gentes estáis recuperando y mostrando en festivales internacionales utilizan ese 'paso vasco' que, cuentan, maravilló a Luis XIV el Rey Sol cuando lo vio bailar en sus esponsales en Biarritz con María Teresa, hija de Felipe IV?

– Hay más que lo que acabas de contar, el 'pas de basque', que se puede realizar en el suelo ('glissé') o con un pequeño salto, llegó a Escocia a través de Francia porque el acuerdo ofensivo-defensivo entre escoceses y franceses en el siglo XIII, un acuerdo llamado Auld Alliance (Vieja Alianza), se renovó varias veces a lo largo de muchas generaciones, siempre contra el enemigo inglés. Las tropas francesas y toda la gente que se desplazaba con ellos, cuando bailaban lo hacían con el 'pas de basque'. Así entró, realmente, en las danzas escocesas.

«Muchos bailes escoceses, por ejemplo 'Dashing White Sergeant', se fueron olvidando cuando tantos de los nuestros emigraron a América. Se los llevaron con ellos y ellas. Hoy, han vuelto. Acabamos de bailar esa polka, llegada de Canadá, en la calle de la Gloria»

– No es mala la historia, ¿eh? Y si ese 'pas de basque' resulta fundamental en las euskal dantzak, en el ballet clásico y en otros tan tradicionales como el 'step dance' vuestro, ¿hay diferencias en sus distintas ejecuciones?

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– Alguna, sí. Vosotros lo bailáis más hacia arriba, más alto, y nosotros más hacia abajo, al suelo.

– Contadnos sobre el baile que, juntos vascos y escoceses, habéis hecho en esta calle peatonal perpendicular a Miracruz.

– Se titula 'Dashing White Sergeant' y tendrá unos 300 años. Es muy de raíz, muy popular; una 'country dance' que suele bailarse en esas reuniones llamadas 'ceilidh'. En ellas nos juntamos, como hemos hecho nosotros en el Urkamendi, el Ipotx o el Kiskurra, para cantar y bailar. Suele haber un director(a) de baile que coordina los pasos. Porque son eso, 'stepdances', bailes de paso.

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– ¿Se trata de una de esas danzas que perdisteis cuando la gente emigró?

– Y como pasa con los cantos de ida y vuelta, como las habaneras o los mismos tangos del flamenco, a estos bailes se les podría llamar también danzas de tornavuelta. Eran del pueblo. Pero el pueblo emigró y las tierras se quedaron vacías. Quienes no se fueron a América acabaron olvidándolas. Pero, fíjate qué curioso, quienes se fueron las siguieron bailando al otro lado del mar. En Canadá, por ejemplo. Ahora las hemos recuperado. Las hemos llevado de nuevo a Escocia y las hemos traído aquí, a Donostia.

– Tú, Amy, que tocas el violín desde los 10 años, y tú, Alison, Alison Carlyle, formáis allá parte de un ensemble llamado The Scottish Stepdance Company...

– Violín, guitarra, gaita... Componemos también nuestra propia música, pero sabemos muy bien cuáles son y dónde están nuestras raíces. Hay otra cosa, consideramos el 'stepdance' no solo como un baile sino como otro instrumento de percusión más.

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– En agosto actuaréis en el muy afamado y mundialmente apreciado Festival de Edimburgo.

– ¡Qué emoción! ¡Cuánto vértigo!

– Iain es también una criatura de ida y vuelta, pasa unos meses aquí, vuelve a Escocia, se va a Asturias. Músico de estudio, músico acompañante. Pero sois más, bastante más. Más amigos. ¿Me equivoco o Karen, traductora, está tocando unas cucharas?

– Afirmativo. Le gusta cómo suenan cucharas, tenedores y cuchillos. Algunos pensamos que cuando nos reunimos, todos, esa cubertería le da a la banda un estilo así como de krautrock germánico.

– Anda, pues acaso sí. Oíd... ¿no está tocando alguien 'Alfonsina y el mar'?

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– Así es. En este caso es Roberto el protagonista. Con su bandoneón, pero ¿a qué no habías escuchado nunca esta zamba (una danza de ritmo mixto, con una base en 3/4 y una melodía en 6/8) compuesta por Ariel Ramírez acompañada por un violín, una gaita escocesa y unas cucharas?

– No, pero no queda nada mal.

– Y eso que no esta Abbey, la otra gaitera que nos ha acompañado en nuestro tour del fin de semana. ¿Ves? Nosotros, como los cantos, como los bailes, somos gentes de ida y vuelta. Vamos y venimos. Nos marchamos y regresamos. Traemos. Compartimos.

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– Nunca en bares para guiris.

– Jamás. Ni a sitios donde digan que somos de Birmingham por más que honremos su legado metalero. Vamos donde los vascos bailan escocés y hay buena sidra.

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