«Es momento de soterrar el Topo»

El Departamento de Infraestructuras del Transporte del Gobierno Vasco aprobó en enero el estudio informativo de la variante ferroviaria de Amara, en el que se detalla el futuro uso del túnel de Lugaritz. Aprovechando que la variante que unirá el Antiguo, Miraconcha y Easo perderá la actual conexión sur (Lugaritz-Amara), se habilitará un baipás para enlazar el túnel con la actual traza del Topo en el tramo Morlans y permitir así el paso de trenes de mercancías. Esta noticia cayó como un jarro de agua fría y causó «gran preocupación». «Si durante el día el tráfico ya es constante, el tren de mercancías sólo podría circular de noche y generará muchas molestias. No estamos en contra, nos parece bien que se aproveche la vía, pero es mejor que pase bajo tierra», defienden.

Aun así, son conscientes de que las opciones son limitadas. «Tenemos que aprovechar la situación que se ha creado con ese tren de mercancías nocturno para soterrar, de una vez por todas, este tramo», explican. Por ello, han presentado al Departamento de Infraestructuras del Transporte un recurso de alzada «en tiempo y forma» a este estudio para plantear su queja. «Hemos pedido una reunión con el alcalde para conocer su grado de implicación. Sabiendo su postura y con la recogida de firmas, que fue un éxito, intentaremos ejercer presión en el Gobierno Vasco», detallan.

Para llevar a cabo el soterramiento del Topo, como se ha hecho en otras ciudades, habría que habilitar una vía alternativa, normalmente en paralelo a la vía actual, que diera paso al tráfico durante el tiempo que duren las obras. Lo que ocurre es que en este tramo entre Morlans y Anoeta resultaría complicado al estar por un lado el monte y, por el otro, la calzada, según señalan fuentes conocedoras del proceso. Esto implicaría invadir el paseo de Errondo, con lo que ello supondría. Aun así, los vecinos de Amara Berri prefieren aguantar los «problemas e inconvenientes que puedan generarse en la circulación durante cuatro o cinco años en beneficio de toda una vida sin ruido».

En caso de que el soterramiento no sea posible, desde la asociación se muestran dispuestos a buscar otra solución que contente a ambas partes. «Nosotros no somos técnicos ni ingenieros. Hemos propuesto el soterramiento, pero si no se puede se pueden buscar otras alternativas como el acristalamiento», apuntan. Además, consideran que con el tren bajo tierra ganaría todo el barrio porque se podría crear un paseo por donde actualmente van las vías del Topo.