Martutene, Añorga y Miramón duplican a partir de hoy sus contenedores de reciclaje

La 'contenerización' de los barrios avanza en función de la voluntad de extender en el reciclaje y de los recursos económicos disponibles para la compra de los depósitos. La Mancomunidad de San Marcos se ocupa de instalar los contenedores de reciclaje de vidrio, cartón y envases, mientras que el Ayuntamiento compra los de la fracción resto (verdes) y los marrones con chip para depositar los residuos orgánicos. Cada uno de estos últimos recipientes cuesta con su cierre electrónico cerca de 1.800 euros, explicó el concejal de Mantenimiento, Miguel Ángel Díez (PSE).

El reciclaje de residuos en los hogares avanza, pero más despacio de lo que el Ayuntamiento desearía. Hace tres años arrancó en Intxaurrondo y Amara una estrategia de aumentar los contenedores, que continuó el año pasado en Altza y Aiete, y llega ahora a Añorga, Martutene y Miramón/Zorroaga. Los vecinos de estos barrios han recibido un folleto en el que se les informa de la ubicación de los depósitos y de las tasas de reciclaje de cada fracción de basura.

La situación en estas zonas va a dar un vuelco porque los puntos de depósito se van a duplicar, salvo en el caso de los contenedores de resto que de 76 unidades van a pasar a 73 (una disminución del n 4%). El cambio principal se producirá con el contenedor marrón con chip que solo pueden utilizar los hogares adheridos voluntariamente al programa Joko Garbia. De los 23 recipientes que hay ahora en los tres barrios se van a añadir otros 35, lo que supone un aumento de un 158%. Los contenedores de papel y de envases/plástico van a pasar de 27 a 60 en ambos casos, con una subida de un 85%. Los iglús verdes de recogida de vidrio pasarán de 33 a 55, un incremento de un 66%. Si se suman todos, la subida en el número de contenedores de reciclaje es del 103%. Doblar el número de recipientes «los acercará a los domicilios y facilitará que los vecinos sean más asiduos en la entrega separada de residuos», indicó el concejal de Mantenimiento. En el folleto con la información de los nuevos contenedores se explican los niveles de reciclaje de la población donostiarra en cada una de las fracciones. En la actualidad, siete de cada diez kilos de basura no se recicla. El Ayuntamiento aspira a que la fracción resto solo suponga el 15% de los residuos domiciliarios, pero hoy es el 69%. Lo recogido en el contenedor marrón, aunque ha ido aumentando mucho en los últimos años, solo supone el 7% del total, cuando la aspiración municipal es que la basura orgánica llegue al 43%. En envases se recoge el 6% y el objetivo está situado en el 15%, mientras que el papel/cartón y el vidrio llegan al 10 y al 8% cuando las metas están en el 14 y 13% respectivamente.

Se hace, por tanto un mayor esfuerzo en la recogida orgánica porque es la que está más lejos de los objetivos. Y eso que el crecimiento de hogares apuntados a este tipo de reciclaje ha pasado del 21% en 2011 al 37,5% en 2020. Un total de 29.604 viviendas estaban apuntadas al programa a finales del año pasado, pero de ellas realmente reciclan la mitad, unas 14.000, que son las bonificadas por el Ayuntamiento en la tasa de la basura.

Este año la administración devolverá en total 331.297 euros con cargo a 2020. A los 13.135 hogares que utilizaron el quinto contenedor les abonaran 289.214 euros (22,74 euros a quienes utilicen más de cuatro veces al mes), pagarán 2.751 euros a los 94 viviendas que se implicaron en el compostaje comunitario, y 39.300 euros a los 811 hogares que cumplieron con los ratios del compostaje individual en el domicilio.

Hay otro dato que matiza el comportamiento ante el reciclaje de la ciudad. Si los hogares solo reciclan 3 de cada 10 kilos de basura, la tasa en el conjunto de la ciudad sube a los 4,2 kilos gracias a la gran separación de residuos que realizan los establecimientos, fundamentalmente la hostelería.