Las estafas por internet ya son el segundo delito más denunciado ante la Guardia Municipal

Las oficinas de la Unidad de Atestados de la Guardia Municipal son visitadas a diario por personas que han sido víctimas de diferentes delitos, principalmente de pequeños hurtos al descuido y otros tipos patrimoniales. Sin embargo, cada vez son más las denuncias que se realizan por estafas, sobretodo las cometidas a través de internet. Las modalidades son muy variadas, pero casi siempre se sigue el mismo patrón: El delincuente genera un estado de necesidad en la víctima, y posteriormente se aprovecha de ese estado para conseguir que ésta actúe sin pensar o sin hacer comprobaciones, bajo el miedo de perder un resultado, el que el estafador le ha hecho creer posible o necesario. Esta suele ser la fórmula de una gran parte de las estafas.

Un ejemplo de ello son las estafas a través de portales inmobiliarios. En esta ocasión, el estafador inserta anuncios de ventas o de alquileres de pisos con unas condiciones económicas muy ventajosas, tanto que cualquier persona que lleve tiempo buscando un piso no dejará escapar. En estas situaciones, los estafadores tratan de conseguir telemáticamente un adelanto económico o el envío de determinada documentación con la excusa de comprobar la solvencia del supuesto futuro arrendatario. Nada más lejos de la realidad. El supuesto adelanto acabará en los bolsillos del delincuente, y la documentación que ha sido enviada posiblemente será utilizada para realizar otras actividades fraudulentas, eso sí, a nombre de la víctima.

El teléfono móvil, las redes sociales o la dirección de correo electrónico son la puerta de entrada preferida por muchos estafadores. Hay mensajes a través de perfiles en redes sociales utilizando el nombre de cargos políticos para ofrecer ayudas públicas; supuestos premios o sorteos que han tocado o herencias lejanas pendientes de confirmación pulsando aquí o allá; mensajes alertando de usos fraudulentos en la cuenta corriente y solicitando los datos bancarios para comprobarlo; un virus que ha sido detectado; el envío de un pedido que está bloqueado, etc. son algunos de los muchos ejemplos que se podrían citar de vías que se utilizan para realizar una estafa. Cualquier situación de actualidad o excusa pueden ser utilizados para dar credibilidad a la trama del estafador.

Los estafadores tienen tanta destreza que son capaces de conseguir que una persona que quiere realizar la venta de algún objeto a través de internet, acaben realizando un ingreso de dinero a la persona que supuestamente va a comprar el objeto.

Otra modalidad de estafa es una llamada telefónica a un establecimiento comercial, alguien que dice ser amigo del jefe del establecimiento y que hace creer a los empleados que tienen que hacer un ingreso urgente de dinero porque sino van a perder la licencia de actividad, o Hacienda les va a embargar el negocio, o cualquier situación que genere el suficiente miedo como para que finalmente los empleados acaben haciendo esos ingresos, en ocasiones, de importantes cantidades de dinero.

No todas las estafas, sin embargo, se cometen a través de internet. A finales del pasado año, la Unidad de Investigación de la Guardia Municipal detuvo a los cuatro componentes de una organización criminal dedicada al conocido timo del tocomocho. En esta ocasión, los estafadores hicieron creer a la víctima que tenían unos boletos de lotería premiados y que estaban dispuestos a compartirlos con ella, eso sí, a cambio de una cantidad de dinero que supuestamente era necesaria para hacer una gestión previa. En esta ocasión, los agentes pudieron recuperar los 3.000 euros que la víctima había entregado a los estafadores, pero no en todas las ocasiones hay un final feliz como éste. En la actualidad desde la misma Unidad se está investigando otro caso similar en el que la víctima ha sufrido un perjuicio económico de varios miles de euros.

Desde la Guardia Municipal se recomienda desconfiar de todas estas situaciones y hacer todas las comprobaciones necesarias antes de facilitar cualquier documentación o datos de carácter personal, y por supuesto, antes de hacer un ingreso de dinero o de entregarlo en efectivo. Conviene siempre utilizar una página oficial segura para hacer cualquier gestión a través de internet, y no a través de un correo electrónico, un número de teléfono móvil o una red social. Ante la más mínima sospecha, también se aconseja realizar consulta con la Policía y hacérselo saber a la persona con la se está interactuando. ¿Quien va a poner pegas a que se consulte con la Policía si lo que se está haciendo es legal? No hay nada que sea tan urgente que no pueda esperar unos minutos. Si insisten en que la situación apremia, más motivo para desconfiar.

Algunas de las personas que hay detrás de estos tipos de estafas por internet, están a miles de kilómetros de distancia, e incluso la mayoría no tienen ni idea de hablar el idioma que escriben. Prueba de ello, son los mensajes, a veces utilizando palabras poco comunes o sin sentido dentro de una frase. Éste suele ser el resultado de utilizar traductores online, y es otro motivo más, por el que se deberá de desconfiar de la persona con la que se esté interactuando.

El estado de necesidad que se genera en la víctima, no tiene porque ser exclusivamente económico. Hay ocasiones en las que una persona recibe un mensaje, desde un teléfono móvil desconocido, en el que un supuesto familiar solicita que le sea realizado un bizum a ese número, ya que se ha quedado sin batería y necesita dinero para una emergencia. Muchas de las víctimas, movidas por la necesidad de ayudarle, nunca realizan ninguna comprobación previa para asegurarse de que realmente la persona que les escribe es el familiar que dice ser. Evidentemente, ya nunca sabrán del dinero enviado.

Otro tipo delictivo que empezó siendo algo puntual pero que cada vez se denuncia con mayor frecuencia es la llamada «sextorsión». En esta ocasión, alguien recibe una invitación de amistad de una persona desconocida y, una vez aceptada, comienzan una conversación que enseguida deriva a un contexto de insinuaciones en las que finalmente acaban proponiéndose realizar sexo a través de una webcam. La sorpresa viene cuando en un momento dado, esa persona desconocida le dice a la víctima que le ha grabado en un contexto sexual determinado, y que si no le realiza un ingreso de dinero compartirá el vídeo o las imágenes con todos sus contactos, los cuales ha memorizado de su perfil de la red social.

En estas situaciones, entre otras cosas, se recomienda por encima de todo no hacer nunca ningún pago, ya que los delincuentes seguirán pidiendo dinero. También es conveniente hacer pantallazos de todas las conversaciones que se hayan podido mantener, conseguir los datos del perfil o cuenta del estafador, desactivar temporalmente las cuentas de la víctima para cortar la forma de comunicación, denunciar los hechos a la Policía, e informar de lo sucedido a algunos contactos de confianza para que estén al tanto de posibles publicaciones y que las denuncien cuanto antes en la red social en donde se realicen, si es que finalmente se hace.

En lo que llevamos de año se han superado las 1.070 denuncias por estafa a la Guardia Municipal, cuando en todo 2022 fueron 1.028. El 90% de las estafas denunciadas fueron cometidas por medios telemáticos.