Temporal en Donostia

Conductas imprudentes ante el fuerte oleaje que por suerte solo acabaron en algún remojón

La atracción que genera un fenómeno como la fuerza del mar es directamente proporcional al riesgo que entraña si no se observa con precaución y distancia. Este sábado se vivieron varios ejemplos de ello. Pese a las advertencias de las autoridades, no fueron pocos los que se acercaron a los puntos estratégicos del litoral para ver el oleaje en directo y obtener espectaculares fotografías.

En el caso de San Sebastián, la zona del Kursaal, el espigón de Zurriola y el Paseo de Salamanca hacia el Paseo Nuevo fueron las 'zonas calientes'. Y más de uno se llevó un buen remojón. Algún grito de susto y sorpresa, risas... Por suerte se quedaron en anécdotas que algunos pudieron recoger en vídeo con sus móviles. Aún así, la gracia puede salir cara ya que no sería la primera vez que alguien se lesiona por el golpe de una ola que llega hasta un paseo o malecón.

Pasó por ejemplo en 2012. En pleno temporal marítimo, una joven sufrió una fractura en una pierna y un hombre resultó herido con un golpe en la cabeza después de que ambos fueran sorprendidos por una ola junto a la desembocadura del río Urumea, en San Sebastián. Una gran masa de agua se elevó por encima del paseo Salamanca y les alcanzó de lleno.