Los donostiarras producen un 11,3% menos de residuos por efecto de la pandemia

En 2019 se sacaron de las calles 88.118 toneladas de residuos urbanos, entre la basura depositada de forma selectiva y la de la fracción de rechazo. Eso equivalía a 472,1 kilos por habitante. Un año después, y con el Covid cambiando nuestras vidas, la cantidad ha descendido un 11,3%, pasándose a recoger 79.384 toneladas en toda la ciudad, es decir, 423,6 kilos por cada donostiarra.

«Es algo lógico, teniendo en cuenta la cantidad de establecimientos, tanto comerciales como hosteleros, que ha han tenido que estar cerrados por las restricciones y la caída del consumo que ha habido, en términos generales, por parte de los ciudadanos», explica el concejal de Vías Públicas, Miguel Ángel Díez.

En lo que a recogida selectiva se refiere (entre contenedores de la vía pública, productores como Merkabugati o la de recogida comercial e industrial), la fracción de orgánico cayó un 11,7%, pasando de 5.839 toneladas en 2019 a las 5.218 en 2020, es decir, de 31,2 kilos producidos por habitante a 27,8. En el caso del papel y el cartón, más de lo mismo, sufriendo un descenso del 6% al pasar de las 11.900 toneladas del 2019 a las 11.173 de un año después (de 63,8 kilos a 59,6 por habitante). También se han producido cerca de 1.200 toneladas menos residuo de vidrio (de 40,8 kilos por habitante a 34,5), en gran parte debido al cierre de la hostelería durante varios meses.

Ahora bien, la cosa cambia cuando hablamos de la fracción de envases. A diferencia del resto, en este tipo de residuo se ha registrado un incremento del 2%, ya que cada donostiarra ha generado de media 600 gramos más de plástico durante todo el año pasado en comparación con el anterior. Así, si en 2019 la cifra fue de 5.417 toneladas recogidas y 29 kilos por habitante, el último registro anual nos lleva a 5.541 toneladas y 29,6 kilos por ciudadano.

«Aquí se ha notado que ha habido un mayor consumo y utilización de productos plásticos, seguramente porque se hecho más vida dentro de los hogares, se ha cocinado más, se han comprado más alimentos envasados, productos domésticos...», apunta el edil socialista.